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-2ó- el primer momento se puso de mi parte, me aplaudió. El prefecto puso 11. mi disposición el destino de aquel hombre-que entonces llorando me pedía per– dón- y yo le perdoné..... ¡Ay, qué tiempo aquél! Tenla yo diez y seis años, era compañero de Bizet y de Sainl·Saens, Auberl dirigla el Conservatorio: yo tenla tres pensiones, una de la Diputación de Navarra, otra de la condesa de Mina, otra de Isabel 11; en junto catorce mil reales..... ¡Qué tiempo aquél! ¡Qué bronquios tan fuertes lenia yo entonces! Aunque no me ha sido dable comprobarlo, debo consignar por– que asl lo a.firman Ja mayor parte de sus biógrafos, que antes de retornar á París dió con grao aceptación un concierto en el anti– guo Teatro de Jovellanos, (hoy de la ?.arzuela) en Madrid, y uno ó dos en Barcelona. pero es de notar que ya para esta fecha y pré– vio asentimiento laboriosamente obtenido do Jos Sellores de Lassa– bathie, habla comparecido en algunos departamentos de Francia y en la capital belga, cosechando en todas sus audiciones, frenéticos aplausos y memorables triunfos.