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-444- Son muchos los casos que podda citar en esta página, co– rroborando la desinteresad.a y sin límites protección ele Don Pablo para sns colegas en lucha con el porvenir; pei;o como la humanidatl es tan ingrata, no faltaría quie::u se sin tiera mo– lestado al ver en este párrafo su nombre; y si entl'e los l'eco– nocidos omitiese algnno, podría también incurrir en su des– agrado. Lo único que me permito hacer constar, es que no to– rlos los deudores de gratitud hácia Don Pablo manifestaron ésta, ni su dolor en los momentos en que rudimentarios deberes se lo imponían. 'l'estimonio concluyente de ello, y queprocede de una ver– dadera autoridad musical, hallará el lector en hi carta que sigue, de su muy adicto amigo el renombrado compositor Eduardo Lalo, quien le escribía con fecha 31 de Diciembre de 1878 una larga misiva, de la cual trnclnzco los párrnfos si– guientes hermosísimos: ·Gracias en nombre de todos por tu recuerdo; si hay un rincon– cito en Parls donde se te qniern. mucho, es eu esta tu casa Boule– vard Malesherbcs- 52. Asi pues, nosotros enviamos al más amado de los n.migos, nuestr11 felicittición por el nuevo ano, y las más vi– vas ansias por tu ventura eu el nuevo interregno. El fin del afio 78 ha siclo muy feliz para mi; y el viajecito reali– zado con mi querido compa!lero de armas ha dejado en mi para largo tiempo las más vivas y gratas impresiones. Alejándome tu del boulevlll'd parisién me bas prestado un señalado servicio; e:-rn– mino las cosas con los ojos del alma, y te confieso que tucompalii11 me ba rejuvenecido; me has restaurado. He visto de cerca mi es– trell:i, me has descubierto horizontes; ella me guiará á tnwés de estos, y ahora no andaré errn.nte por los est1·eohos senderos de an– ta!lo. Tu aparición en mi vida ha sido la más grande fortuna de este artista; sin ti yo hubiera continuado escribiendo mis insignificantes producciones para A.... , G.... y otros. Gracias á ti ha nacido el concierto¡ yo dormia; tú al despertarme, me lo has revelado. Con el concierto comienza una nueva et11pa de mi vida, y dura.ute elht iré hasta el fin de mi Roí d' Is, pas<tndo por la Sinfo11ía espaliola, y el Concie1·to de violo11ce1lo. Y ahora mi presencia y viajes por Alemania en tu compafiía, encontrando yo en este país, pei ·sona.li– zado en ti, el editor ideal sonado, que me populariza y agranda, prodiga mi nombre y mis obras. ... .. Me has llenado el cerebro de pfa.nes y el cornzón de gratitud: veremos pronto lo que sale de es– ta revolución . Tú has sido para mi el aire vivificante, queh1l. extir– pado mi crónica anemia. Para. ti, querido doctor, que has estudiado mi cerebro, tod11 mi afección. Eduardo Lalo.

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