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-401- seis cestos de pescado. Y no tuvo más remedio que remitir la com– pra al hotel, donde á cualquier precio dieron salida A Ja mercan– cía.• (Eusebio Blasco.) Un testimonio de irl'ecusable valor por lo sincero y anti– guo de la amistad y observiición en que se funda, es el que en– cierra la carta siguiente, que á mis instancias me dirije el dis– tinguido pintor Sr. Llaneces: •Sr. Don Julio Altadill. Pitmplona. Madrid l.• de Diciembre 1908. llli estimado amigo y compallero en Sarasate: Al acceder gustosisimo á sn deferente deseo de dar al papel unas cmintas anécdotas é impresiones de Sarasate, no me guía otro objeto que hacer una descripción sincera y frftnca sobre la gran– deza. de a lma, y condiciones especiales del que fué para el mundo divino Mtistn, y para mí, á más dv esto, uno de los mejores n.mi – g0s que he tenido y espero tener, temiendo sin embargo (pues no dudo así será) que estit mi impresión, coinr~ida con otras que V . re– ciba. Muy difícil me es poder retener en la memoria palabras y pasados hechos, pues como pintor que soy, mi cerebro, desarrolla– do mucho mns en l:J. parte g ráfica, conserva en la retina cosas, que seria capaz de pintarlas, pero con la plumn. me son difíciles de ex– presar. H::ice diez y ocho anos fllí pl'csentado á. Sarasate en París, por mi amigo A rbós. Teniti yo entónces un hotelito con su atelie·I' en nna dE) !ns bocacnlles de Jn. Avc'uue Clichy, en la Vi lle des Arts; nos reuninmos en aquel parR.je más de cuarer. ta artistas, muchos ele ellos que fueron muy buenos nmigos mios: Benjamin Constant, Eugenio Carriel'e ya fallecidos, Lermitte, y otrns varios. Don Pablo, el español más poplllar y mas conocido en el gl'an Paris, cuyii. personalidad no perdi<i un ápice al salir á las populo– sas calles, oyéndose por doquier el •Ahl va Sarasat .... !• solla al– morzar en un célebre restaurant de antiguo abolengo, y que se ti– llll<t •El padre bebe vino· ·adonde concnrrian invitados por el ge– neroso artista, 1imigos de todas las nacionnl idades, y con preferen– cia cspafioles. Antes de ser presentado á él, mi amigo con toda franqueza me dijo: Mira: Don Piiblo, á más de ser un gran artista, es un gran ami– go. Por eso te he de prevenir, que s i le eres simpático, y en ti vo cosas de artista y de sinceridad, pnedescontarcon un l:Íuen amigo. Si 110 es así , y como hombre de independencia que es, ni te hará caso. Fui muy bien acogido por Don Pablo, y así he continuado, habien– do recibido de él p1·uebas de carillo y amistad, que me honran en sumo grado. De unas me acuerdo: Siempl'e que tenia precisión de hacer un regalo á cualquier personalidad, acudía á mi, encargán– dome un trabajo, mostrando con esto deseo de ayudarme en mi ca.rrern, probarme su carifio y amistad, y darme la prnferencia en sus favores. · 2G

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