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dinero que me costarA, pero estoy muy bien y me sa.lisface el ofrn· cer Alos ami¡:os uno. mnnsión en annonl11. con su clase, correspon– diendo as! 1i. su leal af~cto. • Escribe de nuevo á. Mr: Goldschmidt el día 29 tle Octubre de 1884 y l~ dice: •Prefiero dar la sério de concienos en Alemania porque logra· ró un resultado mejor y mAs rápido, y en esto momento lo necesito por los ga~toi:; que estoy haciendo y que se remontarán A 25.000 fro.ncos, es decir, el doble de lo que había calcaIndo y todo eso pa– r i\ quedar en la 11ota llnr111611ica de 'Vhistler; to:io, todo, tiene que entrar en esto. mismo. nolo. y tiene que cstiir hecho á propósilo. Todos mis mn'lbles han cocido y cuecen en el horno sem1i11as ente– rus, y salto doalli hechos unas porcel1\nn:; flnlsimas. con r3.yas nma– rillns de un color delicioso. Ninguno de mis antiguos muebles pue– de sen·ir. Hnrlan una!> manchas horrorosamen1e vulgares en mo– dio de mi paraiso nebuloso. Algunos mueb 1 es se están haciendo totlo.vla en Londres y los estoy esperando. Y por tantas razones se comprende que tengo que ho.cer algunos pizzicatos para pagar tantas notas.» L eyendo atentamente los innumerables antecedentes qne . preceden y siguen á. estn página, más algunosq11eenobseq11ioá In. b1·evedad he omitido, deduzco en síntesis qne Don Pablo tuvo vehemen'::ias de carácter, caprichos momentáneos, m11cho!'I en su vida; y que le folló coustancia para completar ó soste– ner los iniciados por él mismo. 8e ma11ifiesta desde luego en to– dó!'I momentos, y siempre con vigor, la nota patriótica. Su com– pni'1erismo con los artistas resalta así mismo, á la par que una sencillez personnl 11otorin y cnrencia de presunción evidente. Posee erudición literaria reconocida, y es nngrandcliarmeur de sus oyentes en la conversación familiar y amistosa. Vive para el arte; y aunque en todos los países recibe m11chas invitacio– nes amorosas, los perfunrn.dos billetitos no obtienen contesta· ción: ¿es por amor al arte?; ¿es poi· inclinación al celibato?; opto por creer lo primero. Retiene con predilección los recuer– dos de la tierra amada; y si para Espai'1a guarda fervoroso cul– to, parn Narnrra conserva idolatría rebosante en su pecho. Ooufü\nza sin límites en los que le rocle1tn. Mucha afición tí. h\ lecturn. La ansencia de presunción artística no impide que cuide del pre~tigio del l\l'tP., pero no por su pc1·sona, sino poi· el arte ruismo. Caritativo en alto grado; generoso hasta rayar en la monomanfa filantrópica; agradecido hasta pagará mil poi· uno los favores recibidNlj mn_y impresionable por los agasajos de todos los públiros; correctísimo en todos sus actos, infantil, jovi~l, juguetón, festivo en sns conversaciones y en sn vid1l pri– vada; extraordinal'iamcnte distraído en frecuentes ocasiones,