BCC00R42-6-180000000000000000

-393- sobr~ponerse á la adulación y atractivos femeniles, no sin ob– tener victoria sobre todas las debilidades y pasiones anejas á la humaua condición, prueba indestrnctible de su entereza de carácter, de su abnegación por el arte y de su idolatría por la pátri<i. 'l'anto como han abundado los artícnlos necrológicos pre– sentando al Sarasate artista, han escaseado los datos psicoló– gicos, los qne se contraen á sn manera de ser íntima, á su ca– rácter y á su naturaleza; y no cabe atribuit· las discrepancias que separan á los pocos que han tratado este punto más que á un hecho no muy vulgarizado: Sarasate tuvo muchos amigos; algunos por su modestia, sus deberes ú otras consideraciones atendibles, se alejaron; á otros, élfné quien los alejó de su lado. El privilegio de la intimidad quedaba al fin reservado á po– cos; los unos como compatriotas, los otros como artistas, y el tercer gn1po constituído por simpatías personales; á los admi– tidos sin reserva en su tertulia, se entregaba de todo corazón, dispensándoles hospitalidad, haciéndoles sus comensales, invi– tándoles á sus viajes, reservando para ellos jovialidad y fran– queza, y dando en su presencia, rienda suelta, sin reticencias, así á los sentimientos de sn alma, como á las juveniles carca- . jadas de sus familiares expansiones. En su estudio delBoulevard primero, y de la plaza, después, de Malesherbes, que sns aficiones á tod~ lo bello y el afecto de públicos, r eyes, príncipes, magnates, artistas y amigos, han convertido en verdadero Museo, en los cortos descansos que le dejan sus viajes, pásase deliciosamente las tardes en franca ex– pansión de camaradas, con Delsart, el edito1· Dnrand, Llane– ces, Fel'l'az, Luque, Cola<(o, y otros dos ó tres íntimos, entre los que se destaca la simpática figura de Sarasate, con sus pan– talones estrechos, su chaqueta de terciopelo, sus pelos alboro– tados algunas veces distraído y siempre de buen humor. Pará conoce1· al Sarasate íntimo es preciso entt·a1· en su ca– sa, en el rincón encantado y delicioso de sn alojamiento (Bou– levard l\falesherbes 112, desde 4 de Septiembre de 1884 y más tarde place Malesherbes, 5, hasta su fallecimiento) . En su casa descansa de las tournée.s triunfales á través de Europa, como el jilguero bullicioso se repliega durante la noche en el oculto y tranquilo nido. Allí eo seguro que encontrará casi siempre un grupo de fieles amigos cuyos orígenes y condición dan ca1·ác– te1· de cosmopolita á la tertulia íntima; durante esos intervalos de una á otra campaña, el artista vive olvidado de su profesión, y se pertenece por completo á París, á sus íntimos, á su tertu-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz