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-392- (a) agasajados de Príncipes y podel'osos, poi· el solo hecho de su simpática profesión, elevada cou frecuencia á la categol'fa de culto. El ingenio y la gracia, la gentileza y el talento, fueron es– cudo de trovadores y juglares, escalando por esos peldaí'los, puestos elevados de la sociedad, obteniendo fortunas de los magnates, honol'es de los Reyes y confidencialts favores de nobles damas, haciéndose en todo caso abstracción de la hu– mildad de cnna en que el trovador na~iera. Aquella rica y sin par literatura provenzal penetl'ó en las cortes de Cataluí'ía y Aragón; recibió culto en las de Navana y Castilla; Francia é Inglaterra se solazaron con ella, y poi· 111.1" gos años la poesía, y con la poesía la música de P l'ovenza, se enseñoreal'on de la Bnropa occident~l, promoviéndose verda– dera fastuosidad en las solemnidades resen·adas á las audicio– nes de aquellos mens11jeros privilegiados. Italia y hasta la de– cadente morisma, no fnel'on á la zaga en est: movimiento de cultura, en aquel artístico despertar; los Condados del Rose– llón y de Auverni11, de 'folosa y Provenza, de Anjou y de Champaña, los Ducados de Bl'etaña, Normandfa y Aquitnuia y hasta el reino de Portngal 1 tales entusiasmos sintieron por aqne– lla literatura-musical, qué muchos nobles la dedicaron sus desvelos sin regateo, y no pocos Príncipes y Reyes la practicn– ron, de lo cual la historia del Navarl'o Reino contiene testimo– nios bien notorios. Ante estos solos indicios, nadie podrá negarnos la propie– dad del calificativo de Trovador que repetidamente hemos apli– cado á 11uestro genial violini::1ta: Sarasate pasea por el mundo entero la musa popular; con ella penctl'a en todos los Alcázares; estrechando su mano se honran los magnates y poderosos; la nristocrncia de la sangre y del dine1·0 se envanece con una sonrisa del que por sn clara inteligencia, su reconocido talento, su intachable corrección y seductora maestría, se ha elévado desde sencilla cuna hnsta. el trono del arte; del qne paseó triun– fante poi· el mundo el lema lírico "Patria, Fides, Amor ,,; del qnc tri11nfó de toda rivalidad y de toda cl'Ítica; del que vence· do1· en todo el orbe culto, tan sólo se ha rendido ante la muer· te, pero uo sin vencer nl orgullo y á la excentricidad, no sin (a) En su mooumtntal diaeuno Mtbre "Lo& trovadoru", refiere Don Víctor Bal1ruer, que habhmdo hallado dormida l Adelaid~, Vi&tondua de llaraella, el Tro'•"dor Pedro Vidal, la di6 un buo en los lab1os; 1in1i6te tle ello Kgravi.t.d• en tales proporcionu, que temiendo de é.ata uua crut1I venganza, el tro..•ador huyó de I• mansV.n aei\orit1l, decidido 6. embarcar con rumbo i Oriénte; de to cual enterado el vi.conde Barral, e1poso de I& damo, templó el enojo de é•t• ' hito que perdonar& al Trovador, en prueb• de lo cual, la linajuda Sehora devolvió leste el buo reciproco, que par" sellar la pu ero procedente.