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-[<80- ciencia por co11templat· nquella apoteosis del arti1;ta si11 rival, como suceso único, unánime y evideot.:iado en todas las con– versaciones. (a.) Dejo el relato al periódico local "Diario de Navarra,, que describe el aMntecimiento en los siguientc::i términos: DIGNO HOMENAJ.E ___ ,,, ___ •Fué digno del festejado virtuoso, el homenn,je dedicado ante– ayer á Don Pablo por su pueblo querido. Nos faltan paln.bras parn ponderar Ja hermosa fiesta. Fué sen– cillamente gr1lndiosa, para que puedan enorgullecerse el Ayunta– miento y las sociedades musicales que la organizaron. Hagamos constar nuestra enhoru.buen;i. y pasemos á resellar de- talladamente, el homenaje á Sarastite. · Pamplonn. y S.1rasate: he aquí todo un poem<t. Donde quiern que Sarasa.te ha vibrado las cuerdas de su mági– co stradivarius, Pamplona ha sido siempre honrada y ensalzada con los laureles conquistados por su hijo predilecto, y en esto ha ci– frado siempre su mayor gloria el eminente artista, el primer vio– lín del mundo, y cmindo en el momento de serle impuesta la Gran Cruz de Alfonso XII por el Alcalde de esta ciudad, Sarasate bacía esfuerzos supremos por contener y reprimir su emoción, es cuando Sn .ras:i.te ha estado más sublime, más grandioso, porque si aquel neto era la proclama del génio, esta, proclama era. hecha con la ca– ricia más tierna de una madre que idolat ra en su hijo. El domingo último se celebró en el Te:i.tro Ga,yarre este solem– ne acto durnnte el cuarto concie1·to de los que organizan por San Fermin las sociedades musicales Sanca Cecilh\ y Orfeóu· P11mplo– nés. El Teatro estaba lleno hasta sobrarse de gente; alli estaba to– do Pamplona dispuesto á oir ·y aphiudir, pues tratándose de nues– tros conciertos nada más justo que aplm1d1r; así son de buenos ne– cesariamente. Pero en rectajusticia y en justa crítica, hay qne confesar que las dos sociedades se han excedido á si mismas y han hecho una labor perfecta, muy superior á la que han realizado hasta ahora, siempre nos hn.n dado arte puro. (a) Durante este concierto, memorahle cual ningún otro, su t\1nigo de Io.t ma.s sntiguos y queridos Don Antero !raio<1ui, quedó á. solas breve momento con Saruatc, y aprovechando esa soledad pn1t q11e el artist.... le confes•ra con i112tuuidad su eautdo, le interrogó-¿cówo te: eo· cueutnu, Pablo?, te veo triacón, débil, bujo el color...... -No puedo mh, Antero¡-contesti> cL Artista. -No toques: yo mismo lo anunciaré al püblico-le respondió Irazo:¡ni. - Imposible, chlco, imposible: tocaré aunque me caiga en Ja escena. En e.ste día, no tocar..... imposible......tocaré: aea lo que Dios quiera,-decidió emocionado. pV.lido. casi tembroroso Don Pablo, con\'encido de la proximidad <lel fin~