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-14·- hubo quien dijo que no podl!'. ser niño, sino un hombre enano. Los periódicos dieron cuenta del concierto encomiando sÓbremauera. los méritos del pequeflito artista, expresándose uno de ellos en esta forma: "El niño violinista llamó la atención por la gracia y desenvollura con que se presentó. Tocó dos piexas sobre motivos de las óperas "Guillermo Tell,. "1 due Fosca1·i,,, con una dulzura y precisión sorprendentes.,, Ocupándose de este suceso el Sr. Acebal en el •Diario de la Ma– rina•.agrega las lineas siguientes que tampoco he de omitir, aun– que son muchos los q ue recuerdan este detalle: "No pasaré por alto una circunstancia interesante: en esa noche Je acom– pañaba al piano otro niño-prodigio, también navarro, otro preeoz, que se lla– maba Enrique Campano. Pero esta criaturita no tuvo el vigor que Pablo. El angelito al cielo se fué con sus tempranas, inocentes tocatas.,, · De estos sucesos :;,alió la resolución formal de que la continua– ción de los estudios del nifio tuviera lugar en París, toda vez que según repetidos razonamientos de personas competentes, los cono– cimientos adquiridos por el diminuto artista demandaban impe- riosamente ensefianzas de mayores vuelos. . . Sin fundamento bastante han hecho referencia algunos biógra– fos 1\. las ensefianzas que el tierno violinista recibiera en el Conser– vatorio de Madrid, dando por supuesto que en la Corte era indis– pensable, entonces, alistarse en aquel Centro docente: sean cuales fueren las causas, que no he llegado á encontrar en mis investiga– ciones, es Jo cierto que Sarnsate, aun habiendo dado á aquel Esta– blecimiento artlstico valiosos testimonios de carifio y dejándose oir en aquella casa, no cursó en ella, como se desprende de una carta con que en 10 de Octubre último me ha honrado s u Comisario Regio Sr. Don Tomás·Bretón, de la cual copio Jo siguiente: No puede el Conservatorio de Madrid vanagloriarse con el insigne honor de que Sarasale hubiera cursado ensus aulas; e11 cambio es él,el grande,el llorado artista quien ha colmado de gloria al Co11servatorio de Madrid, haciéndole ob– jeto de cuantiosos, inapreciables dones.- El Profesorado del <.:onservatorio está impresionadisimo por la pérdida inmensa que ha sufrido el Arte y orgulloso al par, por la alta distinción que el Instituto ha merecido de su mas ilustre com– pañero. ·