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- 334- L a población lamenta amargnmente este viaje de incogni– to riguroso, y se conduele de h1s cansas que ha11 impulsado al genial artista á adoptar esta resolución, privándonos de tribu – tarle Ja grandiosa manifestación de ca ri ño á que le teníamos acostumbrado; pero en medio de esa contrariedad se reconoce unánimemente que la séria cond11cta del genial artista habrá de se1'\'Ír de dlll'a lección al causante ele esta innovación, y de testimonio elocuente en contra ele cletcrminacla v absurd:L hi– pótesis que sólamente un cerebro enfermo p11clo'forn1ular. Innumerables Yeces :rnbo tle salir al balcón el preclaro a r– tista para conesponder á las callll'osas y cntnsiastas aclama– ciones del pueblo . . . ,, .L as almas grandes, nobles, puras y generosas como era la del gran na\'a!TO y más grande artista D . Pablo Sarasate, no descienden fácilmente de su altura; si reparan en alguna peque– fíez {L su inmediación, compadecen <Í. su autor, y ni le menci0- nan, ni le vuelven á recordar, ni mucho menos se alteran su 111i– ra1· sereno, somei r apacible, nobles tendencias y desinteresa– dos afectos de aquel á quien se pndo inten tar inconsciente– mente herir con la ofensa única que en vida se le hiciera. De tal suerte evidencian sn superioridad. Healzósc más, si tal ern po;;iblc, la tignrn de Sarasate, y tri– butándosele mayores agas11j os que los de costumbre, · selláro11- se con mayor firmeza. los vínculos del afecto :irraigado entre la madre contl'ariada y el hijo pred ilecto. ¿Habrfa inflnído ello en la prodigalidaa con que Sarasate se nos <lió aquel ai'ío? ;,Se debel'Í:\ á tal incidente la inusitada é inesperada soberanía a rtística que desplegó en los conciertos? Misterio es este que D. Pablo el Noble, el Generoso, el G rande, se ha llevado al otro mnndo, puesto qne jamás, á ninguno de sus íntimos pi1rece que hizo la menor manifestación sobre el particular. Sea ele ello lo q ne fue ra, recnerllo muy bien qne la impresión unánime de cuantos asistimos á los conciertos ele l!lOO, era que jnmfts le habíamos encontrado tan manivilloso, tan inspirndo, tan pródigo, tan sereno, hin· a fo ble, tan noble de corazón y tan elerndo en el cielo del Arte. i90i. I ml?osible lograr , se resignara. Pamplona á que por segun– da \'ez su hijo preclilectu llegase y entrara de incógnito en el pneblo amado, ;·in tri bnt:írsele aquellas aclamaciones espontá-

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