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-307- la snturación todo su repertorio, sin ei;fuerzo, regateo, ni des– canso. De las memorias de Gayarl'e escritas por mi respetable n,migo y tocayo Si-. Enciso, entresaco á este propósito las lí– neas siguientes: •Pamplona estaba electrizada y locii con Gayarre. • LQs conciertos celebrados aquel afio, en los que tomaron par– te Gayarre, Samsate, Zllbalza, Guelbenzu, y dirigió la Fa11tasfa morisca, de Cbapi, el maestro Arrieta, son de esas solemnidades musico.les qu~ nunca se oh·idan en un pueblo y menos cuando ae r calizM por hijos del propio país. ¡Qué orgullosa debía sentirse por aquellos dlas la capital navarra, t\l ver reunidos dentt·o do sus muros tan preclaros hijos! • En Ja Fonda de Europa se albergaban todos los ya citados, con más el maestro Chapi, el distinguido autor dramático Ra.ruos Carrión, el maestro Perez y el inseparable compañero de Sara.sato, Otto Goldschmidt. .. .. La Diputación , 111 Ayuntl\miento y el pueblo todo, prodigaron sena.ladas muestras de n.tcncióu á los ilustres artistas, y no dejaron de tribut11>rles cuantos obsequios tenlan i~ su alcance. Al maestro Arrieta Je dieron , en la noche de su llegada, no sé cuanti>s sere– no.tas: así es que decla con su gracia proverbial.-•¿,Pero han visto VV. uu pueblo que más suene?• Recuerdo que una de las tardeadas de aquellos días, des– pués de la con·ida de toros, el pueblo sobemno qne no siempre puede gastar una peseta en una entrada de paraíso, 6 que no encuentra la entrada cuando va á tomnrlfl, se aglomeró delan– te de la Fonda de Europ:i y pidió música, que era entonces como pedil' rnyoi:l á J npiter en los tiempos mitológicos; no se hicieron rog·ai· los a1tistns, ni era posible con el precedente de 1880. Se a cercó el piano al balcón, Gnelbenzu se sentó ante él, y Gayarre cantó y Sl\l'asate tocó, lo que quisieron los de arriba y cuanto quisieron los de abajo; aquel balcón que cuan– tas veces veo me l'Ccuerda el insólito é improvisado concie1'lo, lué al fín asaltado trepando algunos forn idos mozos por la pi– ri'lmide humana que otros formaron, y los abrnzos de gratitud, en informe mescolanza con los vivas y los npla nsos de la masa popular, c.onstituyel'on b nota final del aqnel hermosísimo concierto g ratnito ni :iire libre. Había el inolvidable Zabalza instado muchas veces á Don Pablo en años anteriores, para qne le acompaí'iar:i. una sema– na siquiera eu Santesteban, pueblo nativo de aqnel, inmediato ni paradisíaco valle de Baztán, trozo de nuestra zona monta.– fiosa, el rná.s enctlntad1>1· que existe entre los Pirineos, y donde

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