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-5- U nt\ casad~ la calle de San Nk.olás, Ja cual e.c;U\. hoy" reedificada y ostenta amplia lápida de mármol blanco, costeada por el Municipió en la que, con letras doro.das, se ha grabado Ja inscripción si– guiente: "ESTA ES LA CASA DONDE ~~L DÍA lO DE MARZO DE 1844 NACIÓ EL EMINENTE ARTISTA UON P ABLO SAltASATE. EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA EN SESIÓN DEL 28 DE JUNIO DI:: 1890, ACORDÓ COLOCAR ESTA LÁPIDA, PARA PERPETUAR" LA MEMORIA DEL QUE SUPO DAR TANTA GLORIA A SU PUEBLO." La partida de bautismo del uiüo Sarasato que en fotograbado presento al frente de esta página (n) demuestm que Sarasa.te era 11avnrro por todos sus ascendientes· y pamplonés, é hijo de pamplo– nés: no nos disputarán su origen otros pueblos, como tantas veces ocurre cou los grandes hombres de todas las edades históricas. Fueron hijas también c!cl mismo mi\lrimonio D.· Miraoln. y D." Frn.ucisca Sarns:i.tc y Nn.vas'.ués, las cuales lián sobrevivido A su inolvidable hermano. Dicho Sr. Don Miguel Saras.ite, natural de Pa.mplona, era á la sazón nott\ble músico Director de la banda del Regimiento de Es– pal'ia núm. 30, que guarnl!cia esta plaza, empico que babia ganado en oposición pocos al\os antes. La madre de S11.rasate fué una Sra. tan virtuos11 como distinguid11., natural de Orbaiceta, pintoresca villa, la más septentrional del valle de A.ezcoa., en esta provincia; A usanza de la montana navarra, llevaba Ja esposa de D. Miguel dos nombres, y decla etitc nludiendo á. la gentileza de In misma, que los llevaba con valeroso porte D."' Francisca Javiera Navas– cués, que así se llamaba. la m;idre de aquella futura gloria nava– na, tenia en esta c.'l.pital un hermano, D. Saturnfao ·Navascués, persona que fué muy popular más adelante. Todos, ancianos y jóvenes, en Ja ciudad nativa del violinista sin par, y cuantos en la Coruft1\ le recuerdan, están en hi firme creen– cia. de que el primitivo nombre de aquél hijo esclarecido de Pam– plona. era. el de M:artln, que fué sustituido por el de Pa.blo, aten– diendo probablemente á consideraciones idénticas á las que .Gaya– n e y Arrieta tuvieron para sustituir por los de Julián y Emilio respectivamente, sus primerns nombres do Sebastián y Pascual, sustitución que es muy frecuente entre artistas de talla. Creo que tal cnmbio debió adoptarlo Sarasa.te por los anos ~860 al 62, pero sea cua.ntlo y por lo que fuere, entiendo que no merece comentar– se, por lo mismo que es tan corriente. Y si bien debo hacer constar frente á tan generalizada creen– cia, el hecho de que todas las cartas que voy á transcribir dirigi– das por el hijo á su padre D. Miguel, apa1·ecen suscriptas con el nombre de• Po.ble • é igualtnenté se le designa en las escritas al mismo D. Miguel por D. Jgnacio Garcia, á mayor ilustración de este punto, existe en el Museo Sarasa.te el diploma de primer pre– mio de violín, dado en Parl.s el 8 de Diciembre de 1857 á nombre de uMartln Melitóo,• y no cabe suponer que se hubiese matricullldo (a) Hago pública mi gnlilud hlcia el Sr. Don Franciaco Ou.lllén, Vicario de la Parroquia do San Nicolás de Pamplona, quien con oxquisitagalanteria mo permíUó obtener una copla ro– to¡rAftca del curioso documehtO.

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