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-2~3- tió), y dada su jerarqula en esta ciudad, nsumió Ja representación de Ja familia de Sarnsatc y de la ciudad de Pitmplona. El Circulo Universal Valenciano había invit.ado á que aquellas ent.idades tu– viesen representación en la misa funeral, y en el Sr. Pércz Moso delegaron los pamploneses, coa justa designación. Anoche mismo, al recibir el seiior Pércz Moso el telegrama recabando di– cha represeutnción ele los parientes y paisanos de SarasatE\, reci– bía con él la gratitud de ellos por ser representados en este acto. En los bancos de los i1witados vimos á distinguidas personalida– des, á muchos admiradores de Sarnsate, y á la representación ofi– cial de los profesores: recordamos á los senores presidente de la Audiencia, al señor marqués de Ezenano, Sres. Cabanilles, Bena,– vente (D. Ricardo), director de la capilla del Corpus-Christi, Sr. Medina, director del Gonser\'atorio Sr. Va.lis; profesores seflores Bellver y La.piedra, y nutridas representaciones de diferentes cor– pornciones religiosas y civiles. No queremos cerrar esbt crónica de los funerales de Sarasate sin hacer una considern.cióu acerca de una falta que notamos du– riinte la ejecución de Ja i\Iiso. y Responsos del maestro Giner, falta no imputable á éste ni á los iutérpretfs, según Juégo supimos. Parece que la comisión encargada de velar por el cumplimien– to de lo dispuesto por el Papa acerca de que sólo se cante en el templo música de carácter religios::>, ha puesto el veto de que se hagn. uso de timbales y otros instrumentos de percmsión, por cuyo motivo los que conocen las obras indicadas, ignorando su prohibi– ción, no sablu.11 á qué &.tribuir su falta. En verdad que no nos explicamos semejante Mden, y es muy extraño que nosotros, qne carecemos de autoridad para citn.r dis– posiciones bíblicas, teng:\mos en el caso presente qne invocarlas para. demostrnr que sea quien fuere el que la haya dictado, pres– bítero 6 seglar, ha olvidado lo que dicen los salmos que de ordina– rio canta. la Iglesia para alabar á Dios. Esta serla una ocasión propicia para hacer un alarde de eruditos, reproduciendo dichos salmos, que en puridad dicen quc se debe alabar áDios <;On cítaras, salterios, panderetas y otros murhos instrumentos, de cuya rela– ción hacemos gra:iia á nuestros lectores. El caso es que, según nos asegura persona que debe saberlo, Su Sa.ntidad no ha prohibido el uso dé dichos instrumentos en el templo, de Jo que result:i. muy apropiado en el presente caso el di– cho de que hay personas que son •más papistas que el Papa•. CARTAGENA. - -:l)-:-- Un mila gt·o d e Sa1•a sctte. D urante la to11r111fe que en Abril y Mayo de 1881 realizó por muchas provincias de España, principalmente las andalu– zas y levantinas, se anunció en Cartn.gena, para celebrar un concierto, bien ageno al placer qne le esperaba tan luego lle-

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