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-231- periódico de Navarra por el S::lílor marqués de Ezenarro, Don Eduardo Vitar, quien como bnen aficionado á ll\s belll\S·l\rtes, S<l– bía entusiasmarse con la incomp:trnble labor de Sarasate. ¡Qué elocuentes est<"\S noticias del Sr. Vitar ! Ellas muestran con lt\ im– placable verdad de los hechos, cómo en Valencia bubo antes una afición entusil\sta por la músi<:-'l, cómo el público 1ic11dia. á tribu– tur á Sai·usatc entusiastas ovMioncs y le haciti quedal'se en Valen– cia casi á In fuerza., pal'a que dic~o más conciertos de los anuncia– dos, y le acompalln.bn con antol'chas y músicas al hotel .. Aquello era un pnlpitar de vida ,·atencia11a que resultaba semejante al de las ciudades cultas de Europa. Después.. . el que esto escribe fu é testigo de l!i, cada vez mayor, indiferencia de nuestro público por los espectáculos de arte, y es– pecialmente por los de música. De labios de Snrasate he oldo las primeras palabras de amargura contra In indiferencia de los V1l – Jencianos. El artistn idolo ayer, YO!vió aquí la última vez y tuvo que marcharsll sin dal' todos los conciCl'tos anunciados. Dificulta– des con los músicos, y unn soledad horrorosa en el teatro, habla– bl\n con triste elocuoncin de la decadencia espiritual valenc¡ann.. Y esta soledad de Sarnsate fué 111 que luego Lrn acompalh\do á Mancinelli, ABretón, A Casn.~s y Bauer, á Crickboom, á Pugno... por no habla!' más que de eminencias musicales. Y es natural que éstas hay:in corrido la voz; así en las gulas extranjeras, figuran como ciudades espafiolas musirnles Barcelo~ na, Madrid , Bilbao, y todas las del Norte, hasta Corufia y Ferrol; Sevillo., Zaragoza, Vallarlolid ... inútilmente se buscará Valencia: en los centros musicales europeos no figura como ciudad de arte. Sarasate guardó siempre memol'ia de esta indiferencia tan.. . catenit::nse•. En cambio en los afios nnteriores, cuando el público ibt\ :\ eseucbarle, los conciet'los se daban con acornpafiamiento de orquesta, y los vale11eianos pudieron oír obras famosas de Boetho– ven, Mendelssobn, Max-Bruch etc., en donde h s mágicos sones del violín de Sarasate se levantaban sobre los sonidos de la orquesta como rayo de luz divinn sobre nubes de incienso luminoso. ¡Eran otros tiempos aquellos y otras gentes! Todos los al'tistas, todos los públicos, han glorificado al violi– nista espanol; honrándole se honraban á si mismos.... . Y este con– yencimiento de la dignidad moral es lo que mAs enaltece á los pai– ses q~1e saben amar el arte con amor sincero.• Eduardo l. Chávarri. P or iniciativa de los admirndores y amigos valencianos del gran artista se celebraron en Octubre (1ltimo, funerales solem– nísimos en la Catedral de Valencia. Torno la reseña de esos actos de la prensa de dicha capital. 10,N!ItAS f 1 ~NEIRES ASARASATE. ~~~~~-~'--~~~~- • Por In noble iniciativa del Circulo l\Iusical, que desde el primer momento ho.lló en el Cabildo metropolitano unn simpáticn acogida, se celebró ayer mafll\nn en la iglesia Catedriil, un solemolsimo fu~

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