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€---- -- Capitulo l.º ..A.:ños iS~~ á. iSSS. 'inguno de mis lectores desconoce ·al personaje ob– jeto de este libro: enlre nosotros, en Ja tierra eus- :f\ kara, en todn Iberia, en Francia (su 2:ª patria como él llamaba á la nación vecina,) en toda Eu– ropa, al otro lado de los mares. allá donde la ci'– viliznción, mejo1· diré la cultura, ha éhwado su estandarte, el nom·– bre de Don Pablo Sarasa.le es pronunciado con veneración y res– peto. Hay en el mundo un lenguaje universo.!, lenguaje de las almas, de los sentimientos, de las afecciones, expresión la más elocuente del espiritn humano; por medio de él, Sarasa.te habló ante las na– ciones todas, cantó ante todos los pueblos, y dejó ante todos, abso– lutamente todos sus oyentes, impresiones indelebles de asombro y admiración que jamás podr•ín extinguirse en los que le oimos. Su escenario inmenso de Europo. y América, se identificó con él y los millares de manos que le aplaudieron ayer, cubren hoy los ojos llorosos por Ja desaparición del gran intérprete musical nun– cn igualado, de quien os hablan\ este libro, relatando su niñez, adolescenciti., juventud , madura edad é incipiente senectud; los rasgos salientes de aquel hombre, si grande como tal, mucho más grande como artista universal; sus campanas de casi medio siglo, siempre triunfante, aplaudido, ovacionndo, deslumbrador, emocio-

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