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-209- esti1do en esa, acabo de saber el Hotel en que vive y me apresuro ante todo 1\ felicitarle con el mayor entusiasmo por la gloria que acaba de conseguir en la capital de Espafia. Decidido admirador de su gran tal~nto desde que tuve el gusto de olrle el n!\o pasado en Pamplona, me cabe lo. satisfacción de ha– ber sido el primer periodista espafiol que desde las columnas del clrumk-13a.t· tuvo la honrn de ocupa.rile de su ta.lento y de hacer públlcl\ la brilln.n te gloria del gran Sarasa.te, el violinista sir: rival en el mundo. Algunos entonces me creyeron exngerado, y hoy me enorgullezco al \'el' que todos reconoc.en unánimes la verdad de lo que dije en aquellos apuntes biogrAficos. Entusiasta por el arte, ¡cuánto he sentido no pode;· ir en esta ocasión á Madrid para admirarle una vez más y aplaudirle!; pero he visto con sMisfacción en los periódicos, qne la Capital de Espa– na aplaudhi frenética al festejado artista de todas las capitales eu- ropeas. . Supongo qu;: este afio visitará V. á Pl\mplona y me prometo sin falta acudir parn de nuevo escucharle, admirarle y aplaudirle. He leido que proyecta V. visitar algunas poblaciones de Espa– na, y si V. se decidiera á llegarse por aqul, (se lo digo con la fran– queza propia de mi caracter) tendró una verdadera satisfacción en que honre V. esta su casa, donde hallara V., sino comodidades, la sincern, cordialidad de un buen amigo y entusiasta admirador de su talento. Entretanto sirvan estas lineas de humilde pero leal nplau.;o, que en mi nombre y en el de la redacción del ~Irurak-bat• le dirijo, felicitándole por sus últimos y brillantísimos triunfos en Ja Corte. Siempre suyo affmo amigo y entusiasta admirl\dor, JuUo Enciso• Al mes siguiente vueke á presentarse ante el público ma– drilciio, y con respect-0 á, esta ocasión dice un periódico local lo siguiente: (a) Otro dia, Sarasate daba por 11\ tarde un gr::i.n concierto en el tel\tro Prfncipe Alfonso, al que tnmbicn asistl1\ et Monarca, que prcptlrnbti la sorprcsn de otorgarle In Encomiendo. de Isabel Ja Ca- 1ólic:i. . . . . . . . . . . . . Lo llamó el Monarcn el mismo dhi iil palco re;il, y después de felicitarle por la concesión del honor, le dijo tenía interés en que terminarn pronto el concierto, pues qucrla llevarlo consigo á la plaza de toros. Sarasate, muy atento, le contestó: •Se!ior :Agrndezco la invita– ción pero no acepto, porque yo me debo al público, y aunque me gustan mucho los toros, me gusta nuis la música.• Efecti\·amcnte, aquel dla hubo de repetir todas las interpreta– ciones, enlre aplausos atronadores del público y (cilso extral'lo), A pesar de haberlo anunciado, tampoco el Rey ncudió á los toros.» (•l El 20 de Abril dt 1580 14

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