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-194- completamente lleno........ - "Señor Dios, qué habrá sucedido?-se preguntaba él mismo: quiso averiguar la causa, interrogó y se tranquilizó; aquelll'ls voces significnban que se presentase otra vez, que saliera á la escena; 111 revés de Espa– ña, donde la eqnivalcnte palabra "fuern. n que aquí indica acti– tud de desagrado y hostilidad del público, allí se emplea para lhimar á. los artistas á la escena. Y agregaba luego de relatar ese incidente: •Aquello es un vice-versa en todos Jos i1rdenes: figúrense VV. que al Palacio Real, le llaman «Palacio de las Necesidades•; al Campo-Santo le titulnn •Cementerio de l11s Delicias• y al aguador •Ü Neptuno doméstico• . Si me llego á morir allf-continnaba -¿qué epitafio me habrlan puesto? Para darles una idea de Jo hiperbólicos y exagerados que son aquellos estimab!es vecinos, les daré un detallt1 exactisimo: en ese delicioso cementerio hay la inscripción siguiente: •Aqui yace el senor de Madureira; llamóle Dios para cantar con sus ángeles: no quiso; Je rogó de nue\'o, y á luego de haberle oldo, dijo Dios A los án¡reles: c:\llense todos eternamente que canta mejor el sellor de Madureira.• Algunos de sus íntimos que oyeron muchas veces á Don Pablo este relato, dicho con aquella típica y chispeante gracia que pocos le babrfin igualado, le pusiero11 de npodo, ".Madu- 1·eira.,, . Los expresados seis conciertos consecutivos tuvieron luga.. durante la l.ª decena de Junio, pero J\ntllR, en Jos (1ltimos días de Mayo había celebrndo cnatro en Oporto, población que co– noció entonces y de 1n cual se expresnbn con elogio el infati– gable artista.. La expedición de 1896 al Reino de PorLug,al empezó poi' dos conciertos en Opo..to los días 22 y 23 de J<'ebl'el'o, y con– cluyó cou cinco concie1tos en Lisboa los días 28 del mismo mes y 2, 6, 10 y 1fi de Mal'zo. . Con relación al (11timo de ellos, tan sólo haré consta!' que los nutridísimos aplausos fue..on hm sostenidos, que originnl'on veinte salidas de Sarasate á la escena, después de ejec11t<11' las obras anunciadas en el programa, con las consiguientes nudi– ciones extra, durante lns cuales ni la familia real, ni una solit p ersona de las que llenaban el Teatro se moviel'On de sus asien– tos, hasta qne el artista sin par, manifestó que su fatiga no le permitía continuai· demo!ltnmdo su reconocimiento á tan distin– guida COUCllTl'encia.

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