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-166- viajar hasta bien entrada la tarde en fürro-carril basta Baila.ter, y desde allí basta Balmoral, hora y media en carruaje. Sin más que el tiempo preciso para vestirse y tomar un ligero refrigerio, Sarasa.te, acompallado de Mdme i\iarx y Goldschmidt, se presentó en el palacio de Balmoral, momentos antes de la hora designada. . Recibidos por dos chambelanes, éstos condujeron á Sarasa.te y al Sr. Goldschmidt á un salón, y á Mdme. Marx á otro, ofreciendo á ésta una tazá de té, y copas de Jerez á los primeros. Momentos después eran presentados á S. M, que los recibió en su salón pequeño. La Reina estaba sentada en un sofá, teniendo á su lado á su hija predilecta., la princesa BeMriz, que aquel dia. bajaba P?r primera vez al salón, después de su reciente alumbramiento. Lo primero que hizo S. M. a l dirigir Ja palabra á Sarasa.te, fué pr1>guntarle si habla visto durante el verano á la Rtiina Regente en San Sebastián, enterándose con gran interés del estado de sn salud y del de toda Ja familia real. Eo el curso de la breve conversacióu, Sarasate manifestó á. la reina Victoria que deseaba saber si era cierto queMendelssohn ha– bla sido su maestro de piano, á lo cual contestó S. M.: -No; pero he cantado con él y me acompañaba cuando canta- ba. , -Pero, según tengo entendido, V. M. toca también el piano. - Un poco, contestó la reina; en mis tiempos be cantado con Lablacbe. · El concierto, desprovisto de toda etiqueta, fué una fiesta inti– ma, de familia. . Un incidente que prueba mas aún Ja intimidad de la fiesta, fué que S. M., después de oir la habanera, manifestó que 110 era aque– lla la pieza musical que había deseado oir;y apenas indicó Golds– chmidt, por medio de unos compases, el acompañamiento del zapa– teado, exclamó la reina dirigiéndose á su hija: -Eso es lo que deseaba oír. Sarasa.te, entonces, tocó su popular zapateado, como él ~solo sa– be ejecutarlo. La Reina volvió á colmar de elogios al eminente artista, y se despidió de él, reiterándole su deseo de volverle á olr pronto. Loa chambelanes acompañaron de nuevo á los tres basta el vestlbulo, rogándoles que antes de marchar firmasen los á'bums de la Reina y de la princesa Beatriz, y después de beber otra copa de excelente Jerez para recuperar las fuerzas y prepararsl) á se– guir el viaje, atravesando las magnificas mon tn.fias de Escocia, con un fresco bastante intenso, !legaron á lM diez de la noche al Hotel de Ballater rendidos de sue.ii.o y de cansancio.• Desde el 19 de Octubre al 7 de Diciembre duró la correría artística de 1895, celebrándose en ese interregno 33 sesiones musicales en la capital y provincias. Los grandes diarios de mayor circulación en la Gran Bre· taña, dedicaron crónicas extraordinarias al arte sublime é ini-

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