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-161- al editarla, nos parece mejor, y á ello contribuye en gran parte la maravillosa interpretación del grao artista. Al terminar La (ée d' amou1., el púulico pidió con insistencia un encore, y Sarasa.te, siempre defr.rcnte, tocó una de sus composicio· nes más tfpicas y populares, •El bolero., que aun tocado en pafs extranjero, es aplaudido con entusiasmo. ¡Tal es el encanto de la composición y .ta. maestria con que la interpreta! Faltaba aún ofr una de las mejores composiciones del gran ar· tista, Ja más inspirada de cuantas ha escrito, y en la cual brilla con todo esplendor su génio. Los Aires bohemios, que es la pieza. de que bablamps, produce siempre en el público un efecto mágico. Aquellas notas sublimes, acentos dolorosos que conmueven el alma. despiertan el recuerdo de la patria ausente, y nadie mejor que Sarasate sabe el carillo que se le tiene aun cuando se viva ale– jado de ella. No contento todavia el público, pidió uno tras otro dos encores; y el Noct.umo de Chopfn, y Ja Danza de las b1·ujas lejos de cal· mar, despertaron el entusiasmo de los oyentes, que seguian aplnu– diendo y haciendo salir al artista. No hubiera cesado la ovación si el Sr. Cussins no hubiera levantado la batuta para empezar el úl– timo número del concier to, la overtura del Fl·eitschutz, magistral– mente interpretada por la orquesta, que antes había tocado admi– rnbll}mente también la sinfonía de Mozart. No queremos dejnr de tributar un aplauso al Sr. Goldschmidt, que acompal'ló los tres encores del c:oncier to con notable maestrla. No es cosa fAcil acompañar ASarttsat0, pues la más leve falta resalta doblemente, Ala manera que una mancha destaca más cunmo más nítido es el fondo en que ap:l.rece. Reciba, pues, nues– tra. cordial enhorabuena. Mnnana lunes s,,10 nuestro compatriota. para Escocia, donde permanecerá tres semanas, y el 13 de Noviembre regresará <Í Londres. No dudamos un momento que el éxito que obtendrá en aquel pafs será idéntico al que en todas partes; porque cuando se llega A Ja altura á que Sarasnte está, el éxito del concierto lo pregona In. tablilla del despacho cerrado, con sus tres palabras: - ¡No hay billetes!• ( •El Dia•-22 Octubre 1891.) El 23 del més siguiente recibió también una ovación monstrnosa. en Newcastle, con motivo de la magnífica a udi– ción celebrada aquella tarde en T own H all, donde Sarasa.te y Bcrtn ejecutaron la f'antdsia (op. 159) de Franz Schubert; Berta sola, la Polonesa de Chopín; Snrasate, el Concierto deBee– thoven y el Pibroclt de Mackenzie; y acompañado por Otto el "Canto del Ruiseñor,,, amén de otras varias composiciones p11m atisfacer, según su costumbre, al público que cada vez crecía en sns demandas al par que en su asombro. Análoga manifestación fué la que el pueblo de Nottingharo 11

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