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- 129- cepclonales ovaciones; otro de caridad, el 4 de Ene1·0 d-e 1896 con el !Sexteto de Arche y Mdme. Marx; otro en 28 de Abril de 1899 en el Gran Casino¡ otros en el mismo lugar el 8 de Agosto de 1900 y 28 de Septiembre de 1901, ambos con i\ldme. Marx, todos benéficos; y otros ruuchos que sería prodijo enumerar, entre ellos los del 5 de Enero de 190íi y 23 de Ju– lio de 1907. L as c1·ónicas musicales de 188 t se ocuparon con inusitado encomio, ele los conciertos celebrados en París al lado de la or– questa Colonne el 5, 7 y 9 de Febrero, reconociendo que Sara– sate ero. el dueiio y Señor indiscutible ele la supremacfa violi- nística del mundo. · Algo semejante ocurrió con las cuatro audiciones del 5 de Junio de 1886 en París, el 6 del mismo mes en Orleans, el 8 en Burdeos y el 10 en frun; de estas decía el crítico que las resumió, que bastaban para alejar todo temor de que seelisputa– se á Sarasate por ningún nacido, el mando de las huestes vio– linfi¡ticas del mundo. El año 1885 sacrificó Sai·asate una parte de su veraneo pa– ra dedicarse al estudio en sn casa de París, con ánimo de intro– ducir algnnas modificaciones en su repertorio, ya de obras es– critas para él, ya ele otras compuestas por él mismo . En corroboración de lo expuesto, transcribo la siguiente carta del Sr. Arrieta dirigida á ~fr. Goldschmidt: •Amber<.'s 2 de Agosto de 1885. Queridlsimo é inolvidn.ble Otto: Con un placer inmenso he reci– bido su carifiosa car ta. y he resuelto hacer á V. una visita en Ma– guncia, para lo cual saldré de nqui mallann martes. . . . . . . . . . . . . ... . Pablo se quedó en Pa.ris estudiando y procurando aprender de memoria el concier to inglés que V. sabe...... y que tiene muchlsi- mo quehacer. Cuando nos veamos, hablaremos de sus trabajos literarios y acerca de las obras del teatro espa11ol refundibles al teatro ale- mán. · Ansio el momento de darle estrecho abrazo; entretanto reciba el que le manda por correo su amigo verdadero que le quiere ron– cho, Emilio Arrieta. • Fué siempre sincera y c:wií'íosa la amistad que unió á los dos Hl'tistas, por lo cnal menudeaba la correspondencia en– tre ellos; la felicitación de A.lío Nnevo era, segt'.m he podido com– probar: una de las cartas obligaJ11s de D . Emilio á D. Pablo,

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