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xm :¡ur. en Se,' ilhi, Algc-:-ims ó Pamplo11a por lns lles tns de San Fer– min ( l.) Sarasate era un yiolinistn, pero no traznb:i Ja esfer a del arte mL1sicn.t con e! nrco de su Yiolin. Por eso, sus composiciones, ~scritns para lucir !a. hnbiliclad técnica, se batían siempre en un ambiente artistico, puro y elenulo. Por eso, cultiva el Concierto :;infónico ú orq uestal, y csr.ribe fa n tasías tan bellas como lns que entretegió con selectos motiYos de Fl·ei:;chiiz, Fausto, Ca1'me11, Don Juan, la Haul<i e11cm1tada.. . Y en sus composiciones menores (las ele d olín y piano), enciern1. a.menudo el alma de los pueh los y de lns razas, que s iempre cuenttw cosns grandes á los pensadores y IL Jos nr tistas, y cunndo no rinden tesoros du bellczn., los rinden de ori– ¡i;inalidac\. Fn r esumen, decl:waré escuetamente mi pensamiento: Sarasa.te no vivió inmune a l i;frtuosísmo, como desearinn cunntús buscan un sol sin mnnclms; pero en su gloriosa carrer a artfstica, esa p<isajer a iufidelidad á lo ideal no Je imprime carácter, y es justo decla r ar responsable <.le ella al público qnejamás dejn de pe– dir al concer tista exhiba sus facnltndes en tm:i Caza ó un Canto del Rui&eúor cualq11iera. Veo, mi qllerido amigo Alt¡l.dill, q11c ést.i C<tr ta-prólogo se va estirando clenrnsiado y que ront r:t su longitud protest11. ta impre– sión, pendien te á rausa de ella, del libro de V. y del mio. Me suce– de lo que á los caminn.ntes en una montnlia: estos A medida q11e s u– ben descll br en 11110,·os horir.ontes; ú mi á medida que escribo, se me ocurren nuevas ideas (repare q11e no d igo idens nuevas). Aun queri(I, hnbcr escrito iilgo sobre la prodigios(!. adaptabi lidad del númcn ele Sn.rnsate á tocios !os géner os, escuelas y estilos; sobr e su interpretnción lite1'al, es decir , sin fantase;:,s ui divagaciones, de las obras ageuas; sobre csajolica de Dios q11e se nos metió en Na– varra d11rnnte la guerra de Ja Iuclependencil\ y está haciendo aíli– co~ nuestros vener ables silbo$ y nt:ib1iles, inspirnclor es de las dttn– zas g uerrer¡1S, Ynronilcs y cer emoniosas..... Absteniéndome no me sn.lgo del múreo de las ideas generales. l:fago punto; asl V. y el r espetable público, si me lee, digan queme cn.llo muy buenas co– sas.. ... Pero 110 me callo, no, 11.ntes ele ,·ocear otra que fuera, de nqui sonará á ber egia; y es que sobr e el violin ista sin rin1.l, pongo yo cien codos rnús alto al pamplonés, n,l nn,varro, q ue feste– .indo por el mundo y s iendo intérprete de un nrte univcrstil y vi– Yiendo vida cosmopolita, <tmó siempre y con ent.rafias de hijo á su· patria, á est1• viejt• tierrn Yascc,na, cuyas trnc\iciones derechos y grandezns se nos están desh.icienclo en tre l11s mnnos, hasta el pnnto de que s i el g ran p,,blo resur giera dentr o de un siglo, su violin po– clria. guii\r á los n.wnrros en la dnuza de los Muertos! Ahora, V. D. Julio, tiene la palabra, y escuchándole queda su a. a. q. b. s . m. A RTURO CAMPIÓN . !runa 19 de Mayo de 190H. (1) El redactor m2tc;riKl di: los programas, !Según oos lo rP,·eln el presente liLrot el'a Mr. Ot•o O.o1dschmi<lt: pero este, ch1ro es, p::i.rtht del repertorio de nqucl.

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