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-118- En el mismo gran coliseo de Brnselas, varias veces citado, dió otra audición extraordinaria el 21 de Abril, y de carácter benéfico, puesto que los productos se aplicaron á la Caja de pensiones de artistas músicos. Continnó aqnella primave1•a re– corriendo diversas capitales belgas y holandesas, retornando un mes más tarde á París, á donde le llamaban compromisos con antelación aceptados. Vuelve á comparecer dos años más tarde en aquella nación, y del efecto producido en su anditorio dan idea las líneas si– guientes en qne se hace eco de él, un crítico musical q~1e en "L' indepenclance belge,, se expresa de esta manera: «¿Qué decir de Pablo Sarasate'? Cuanto pueda decirse está ago– tado: no es posible oírle sin entusiasmarse siempre y más cada vez: su prodigiosa delicadeza, la expresión sobrehumana de su arco, son prodigios de los que no podemos darnos cumplida cuenta: hi cau– tivadora seducción de este virtuoso tan sólo puede compararse á los divinos acentos de Orfeo, con los cuales aplacaba Ja cólera de los Dioses del Olimpo. Su colaboradora Mdme. Berta Matx ha traspasado ya con ex– ceso los limites propios del pianista: es uJl caso rarísimo, asom– broso.• En los intervalos que le dejaron libres las sesiones de pri· mavera en París el año 1900, ya como solista ó como cuarte– tista, verificó rápidas excursiones de dos á cuatro días cada una, para celebrar algunos conciertos en Bélgica y Holanda; el 24 de Mayo tuvo lugar uno de estos en la sala de la Gran Armonía de Brnselas, con la colaboración de su :'parle11aire,, Mdme. Berta Marx y de su fraternal secretario y acompaí'ían– te Mr. Otto Goldschmidt; la "Suite" para piano y violín, (op. 11) de Goldmarck, dejó memoria indeleble en el inteligen– te auditorio, que concurre de ordinario á la aristoci·ática sala; no menos sensacional efecto prndujo la" Fantas{a,, (op . 159) de Schubert, obras ambas que ejecutaron de un mod.o nunca apro– ximado, Sarasate y Berk'lj la "Fée d' amoui·,, y la "lntr·oduc.ci6n y 'Ta,.antela" completaron el al'tístico espectáculo, despues del cual, los tres ejecutantes ~e volvieron á París satisfecliísiroos, porque el día 26 estaba comprnmetido Don Pablo para toca1· en el salón del Conservatorio. En Enero de 1901 tuvo Jugar otra conería artística por los Países Bajos, acompañando en ella á Sarasate el matrimo– nio Goldschroidt; 16 conciertos dados en diferentes poblacio– nes de Bélgica y Holanda, la compusieron, y desde ese país se dirigieron los tres artistas al Austria, donde permanecieron to– do el mes de Marzo y parte de Abril.

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