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-106- los conciertos de los días 13 y 15 en Prest y Krakau; y otro más, celebrado el día 17 en Breslan. Entre las crónicas de nna antigua revista musical extran– jera, encuentro que un aíio más tarde, contratado de nuevo para Aust.ri~, se hall~bapo1· el ~ncs de Febrero de 1886 en Viena, rec1b1endo ovaciones serneJaiites á las alcanzadas du– rante las temporadas anteriores, en términos tales que al aca– bnr los dos conciei·tos últimos, los concurrentes fatigadísimos de tanto aplaudir, idearon parta estimoniar al artista su adhe– sión, desfilar en su presencia estrechándole la mano, homenaje inusitado q ue Sarasate agradeció en el alma. Con referencia á los años 1887 y 1888, tan solo aludiré á Ja campaña artfatica realizllda en Noviembre con la cvopera.– ción de Engelman y en Diciembre con la de Mdme. Berta Marx, por lo que se refie1·e ni primero de dichos años. Y en cuanto al segumlo, la loumée, que en rigor puede con– ceptuarse continuación de aquella, duró hasta la penúltima se– mana de Enero, mereciendo citarse por su solemnidad y éxito más brillante, los conciertos siguientes: 1 O y 11 de Enero en Lambe1·g 1 capital de lu Galicin austriaca; día 13 en Krakan, to– dos ellos con la colfl.boración de Mdme. Berta Marx¡ y el del 20de dicho mes en Crncovia, al que no pudo p1·estar su con– curso Mdme. Marx por enfermedad. que duró hasta mediados de Abril de aquel año. De su nueva presentación en Austria es justificante la breve carta que Mr. Otto Goldschmidt dirige al primo predilecto de Sarasate, desde la capital germana, y dice <1sí: Berlln 5 Mayo 1892: uQuerido Baldomero: La semana p1·óxima nos vitmos á Austria y estamos contentos. Salud buena gracias á Dios. Abraza á tus amigos. 'fuyo, Otto• Con la série de conciertos ajusti\da en el imperio nustriaco se cerraba la campaña de 1891-92, y <Juedaba Don Pablo libre para dispone1· los conciertos de s11 pueblo en 1892, trabajo que cerraba. siempre la época de labor, é iniciaba la del necesario descanso en San Sebastián hasta 1900, y Villa-Navana los años sucesivo•. Sin desmerece1· en lo más mínimo de las anterio1·es, la cam– paña de 1892 dejó tan excelentes impresiones en Don Pablo, que decidió repetirla en los dos año1:1 ulteriores. L a de 1894 duró más de treinttt días, y terminó en los p1·i– meros de Abril, mereciendo citarse como una de las notas sa– lientes de ella, el concierto ele can\cte1· benéfico celebrado en

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