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- 97- E l Excmo. Sr. ·Don Ramón Gaitán de Ayala, Minisb·o d~ España, pi·esidió la fiesta; la abrió el eminente catedrático de nuestra Universidad Doctor Pablo Desvemine y Galdós, con un discmso acerca de Sarasate, desarrollando tema tan intere– simte como "El sentimiento artístico-nrnsical,,, y logrnn4o si11 esfuerzo arrancar al selecto audito1io unánimes y repetidos nplausos de aprobación. La lectura de la composición poétic~ leída Ít continuación por su l'lutor D. Manuel 8ernfín Pacbar– do, mereció el debido premio á la inspiración. La parte musical fué también esquisita. El malogrado Fia– rasate, el genio incomparable de Navarra tuvo representación en el prvgrama, con sus típicas com11osiciones sobre temas po- pulares de su amada patria. · En la melodía "Les Adieux,, obra nueve del genial violi– nista, compuesta cuando éste contaba unos veinte años, y en el celebrado zortzico "Adios Nontaf'ias mías,,, los Sres. Torroe– ll<\ y Gogorza estuvieron m11y felices, poniendo aquel toda su alma de artista en el homenaje que rendía la concurrencia. Después de otros números, se cantó la "Plegai'ia á la memoria de Sarnsate,, compuesta para esta solemnidad por el Maestro Gogorza, instrumentada para canto, violín y piano, obteniendo 11na esmerada interpretación . El zortzico " L aurak-Bat,, arran– có también frases de aprobación ml:y bien ganadas, por quien tiene clemostrndas maestría y fecundidad en la composición de PSOS tiernos y emocioBant.es cantos populares de la tierra en que nacieron d compositor .t\ltimamente citado y aquella inmensa figura artística en cuyo h_oñór se celebraba el acto. E l " Ume Eder bat,, y el "Guemikako arbola,, completaron el proganrn.. En rest\men, el programa, .tanto en la parte literaria, como en la music11I, resu1tó magnífico y digno por todos sus detalles ele las trn<liciones artísticas de aquel Centro, en que tan fer– voroso cnlto se rinde al m-te y á la patria lejana. Los Directores del Instituto musical han debido sentirse satistcchos plenamente por el hl'illante éxito de la fiesta debi . da á su iniciativa, fiesta q~1e h:1.bía despertado g ran especta– ción en los Círculos Sociales de la Habana y que sobrepasó á las esperanzas de antemano conc~bidas. Mucho antes de la hora prefijada, los salones y terraza del suntuoso edificio se hallaban invadidos y rebosantes de un público numerosísimo y selecto, en el que tenían repl'esenta– ción característica la al'istocracia del saber, las artes, las cien-