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-81- de esa categoría, suelen arrancar <\ sus maltrechos instrumen– tos; otorgó pues su permiso, mandó á los "artistas,, se situa– ran en nn paraje obscuro del jardín debajo del balcón de su– cuarto, y se dispuso, como para ver una infame novillada, á esl!uchar la inarmónica ejecución, el disonante concierto. · Abierto el balcón, sin lnz en la habitación para evita1· la in– vasión de insectos, fumando un cigarrillo y acomodado en li– o-era mecedora, el gan;on anunció i:Í. D. Pablo en nombre del director murguista, que todos los números de la serenata se– rían bie11 "chirivitcados:, aunque esta suprema perfección, ele– vaba notoriamente el i•alol' de su trabajo, infortunado aviso que, sumando la petulancia á la torpeza, predisponía en daño de_ aquellos.... vividores; de esta suerte, aun antes de comenzar el desgarre de armonías, D. Pablo que ya se refa de la facht\ y figu ra. de los tres murguistas bien contados, hubo de prorrum– pi1· en sonora carcajada ante tán 1liscreto aviso. L a ejecución fué todo fo desastrosa que humanament.e cabe idear y suponer, y aquellos "chiri viteadores,,, merecieron de Sarasate, ante sus íntimos, el más justificado concepto de "m:ilas personas,, que en el terreno del arte pueda jamás aplicarse; gozó lo indeci– ble, pero temiendo acreditarse de mal gusto con su excesiva tolerancin, acabó por ordenar ft los murguist.as se retirasen, no sin remunernrles espléndidamente con seis monedas de oro, dos para cada uno. Utilizando la obscuridad espíaba D. Pablo desde sn cuarto la distribución de las monedas eu pa.go clei "chiriviteo,,, cuan– do percibió claramente á pesat· del tono bajo y la astnta in- . tención con que fueron pronunciadas, las siguientes palabras que el gar<;ón debía transmitir á Sarasate: "Ande y dígale que somos siete,, á las que contestó claramente el aludido, desde arriba: "dígales que se vayan á. "chirivitcar ,, á .. ....... paseo.n La palnbra "chi~·ivitear,, que á menudo intercalaba Don Pablo en sus conversaciones, tenía origen en el episodio có– mico que acabo de relatar. Un resúmen ele esta tournée, con detalles del último con– cierto, de la salida de los espedicionarios y de los regalos prin– cipales de la colonia española, encuentro en un peri6dico me– jicano y transcribo, como también las décimas y quintillas in– sertas á continuación de dicho relato: •Ya nos abandonaron, dice el colega, el inspirado Sarasate y sus notables compafieros. Con tristeza Yimos salir del Hotel Iturbide, la noche del miér– coles, con dirección á la estación del ferro-carril Central, á S11.rns11.-

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