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' j~ ;ns vibraciones sonorns son las más lentns de cuantas >ibracion<>s do diversa. índole perciben nuestros sentidos, no por eso deja11 de ser cosa fugaz, que se ap::tg-a apena.s se produce. Asi es que el ele– mento material de la música, es decir, el sonido, se destruye á si propio~· adquiere un iilto grn·do de espiritunlidnd, que nadie me– j o1· que ·Hegel, bn puesto do bulto. Por su natul'l1lez1i- dicc el fa– moso filósofo-el sonido presenta cou el pensamiento y la simplic:– clacl que constituyo fo, cscnci1L de éste, mayor afinidad que los ma– lm'inles empleados por lns otrns artes. El sonido, en >ez de inmo– \'ilizarse y r en?stirse de formas externas, pertcne~c á la esfera ideal del tiempo, y por tanto, la distinción de lo interior y lo exte– rior, de lo in\ isible y <.le lo visible, ciel esplritu y la materia, sebo– rra Cir cunstancias que así mismo convienen al sentimiento. Con efecto, en la per cepción sensible, ó en la. imtiginación, aparece, de igual modo que en el p(:ns:imiento reflexivo, precisamente la dis· Unción necesaria del cspfritu que contempl:i 6 imagina .el objeto, y del obj eto contemplado. imaginado 6 pensado, mienlrns que en el sentimiento esta distinción se evapora, ó mejor dicho, no nace to– tlnvia. El objeto se confunde con el alma misma. De donde lógicamente se infiere que la mústca es la expresión ni.tuml del sentimiento. 1 no solamente mnterial, sino directa, se– A'Llll lo ha demostrado 8chopenhnuer, quiero decir, sin que las i<lea.s se interpongan entre el sér que ha ele. repr eser:tarse y su mo– do de r cprescnta'!ión. Es á mn.ncrn. de un ngua bebida en el manan– t i1ll mismo, míentras que !ns clemús ar tes hnn de r ecoger el agua en vasijas, cuya forma y colores distintos podemos cquipnrar :\ cada una. de csa.s artes parrirulnrcs. El arquitecto, el pintor, el escultor, el poeta, han de concebir en primer térmiuo una idea, y luego r en– lizarht segúo los medios de que dispone su arto. L a obrn es uo r e– flejo. una copia: al músico le basta escuchar el canto de su alma. El sonido es el elemento material de :a música, pero la música es algo superior y distinto de los sonidos. ~sta es un conjunto de so11idos combinados por el génio ó talento musical, según los me– dios propios de su cxprt'sión: el compús, la cadencia, el r i tmo. In n1olodin, la ar monía, los i11strumentos, natur ales 6 artificiales, combinados para dar forma sonora á un sentimiento humano; la alegria, la serenidad, la tristeza, el amor, la adoración, etc., es decir, l os afectos que el homhre experimenta y siente eu la entra– na misma de su individualidad, realiza.ndo en momentos dados to– da la esencia de ésta. Hnbril quien se maraville por el poder de la música'.-' • La. obra mm;ical se diferencia de Jus otrus obras artlslicas des· de 1111 punto de visla sumamente importante en el órden práctico. La cstát11ti, el cuadro, el ed ificio, el poema, una vez ter mi nados, se ponen fl'en le ni público; la relación cstóticn se establece direc– tnmc11te entre esto y aquellos; sobrnn los intermediarios. Aun In simple lectura de lla111let ó de El d1·a111a nuevo produce una emo– ción que no dnja de ser profunda. porque le falte la que le afiadi· rlan los actores y la escena; ver ificase entonces lo que Alfred de l\Cusset denominaba • un spectacle sa:1s quitter son fauteuil.• Otras obras nrtisticas son de lndole estática , por decirlo asi; la. obra. mu– sical , de lndole clinámica, adquiere vida por medio de unn repro-

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