BCC00657-6-1100000000000000000410

Las familias congregadas forman el Municipio, primera comunida d civil y sociedad natural. y por lo tanto, el muni– cipio es la Inst itución fundamental y la base de la organiza– ción social. No hay familia que no pertenezca a un municipio el cual consta directamente de familias, pues es fami lia de familias; la familia queda acogida al municipio, amparada por él, y en el mun icipio cumple sus deberes sociales y recibe, recípro– camente, toda asistencia social y la garantía de su derecho a vivir y sostenerse contra la adversidad. Las familias que pertenecen a un municipio se llaman ve– cinas de ese municipio y el derecho de vecindad es de ex– traordinaria importancia en el régimen. Por eso , al reconocer o conceder el derecho de vecindad, el solidarismo no procede con la ligereza con que en las le– gislaciones modernas se adquiere la veci ndad, con gravísi– mos incon ve nientes y con mucha injustic ia. Supongamos que una familia con inte nso trabajo y con buena adminis tración de los familiares y de sus antepasados, ha conquis tado una posición muy próspara y que otra fami– lia pcr lo contr ario, por desidia y despilfarro, se halla casi en la miseria . ¿Qué diríamos si la ley y las autoridades obli– gan a la familia próspera a recibir como familiares a indivi – duos de la familia miserabl e? Pues eso es lo que hace la ley concediendo fácilmente el derecho de vecindad a los inmigrantes a un municipio; y si esto atrae graves inconvenientes, los trae tan graves en el régimen sol idarista en el que la solidaridad se ejercita prin – cipa lmente en el municipio, que no es posible el estableci– miento de la justicia social. Pueblos progresivos, trabajadores , de elevado nivel mo– ral. de gran prosperidad, conqui stada y merecida, tienen co :no castigo la inmigración de miserables que proceden de pueblos d esid iosos o mal administrados o en los que la pro – piedad es tá muy mal repartida; los adv ene dizos adquieren a los pocos mese s, el derecho de vecindad, y como no tienen allí intereses creados, se reclutan en par tidos perturbadores e influyen funestamen te en la cosa pública, si es que no lle– gan a mandar . Industria les desaprensivos traen legión de trabajadores de lejanos país es, a quie nes pueden dar un jornal que, con ser exiguo, les contenta; y allí se establece n hacie ndo más

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz