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el proceso, preside ese proceso con toda certeza y seguridad, hasta la reproducción exacta del tipo específico de los pro– genit c.res, y preside esos procesos no con influjo de causa eficiente, porque no posee todavía realidad física, sino con causalidad o influjo formal, pero real, como idea o finalidad intrínseca , como esencia , como algo que habita en las pro– fundidades del ser . La naturaleza nos ofrece también otro aspecto interesan– te; el de la armonía entre la utilidad y la belleza . En las infinitas especies y variedades de animales y vege tales, en la disposición de los cuerpos inanimados, admiramos la belleza conjugada de diversísimas maner as, con una fecundidad pasmosa de concepción; caprichos afor– tunados , elegancias, gracias y delicadezas geniales, insupe – rablemente: mas no son en daño de la utilidad, ni la utilidad es prosaica eliminando la belleza; una sola flor con su fra– gancia, basta, aunque más razones no hubiese, para des ca– lificar la evolución ciega y mecanicista. Ahora bien: supongamos que un mendigo camina traba – josamente, agonizando de hambre, a punto de rendirse, de– jándose caer para no levantarse; en ese momento preciso. halla un bolso con teniendo . alimentos exquisitos y bebidas confortantes. Esa oportunidad, esa adaptación del remedio a la neces idad, esa conveniencia, han sido fortuitas y casuale s; mas el mendigo no se expondrá otra vez a una larga cami – na ta sin provis iones, en la espe ranza y seguridad de otro feliz hallazgo de otro bolso; porque, si no es un insigne neciq, sabe que en lo casual. en lo fortuito, en lo impremeditado y sin intención, en el curso ciego de acontecimientos, en lo que no es presidido por una finalidad pretendida, lo adap – tado. lo convenien te es una excepción que no se repite; la adaptación no es por sí, sino por accid ente. Mas en la Natu – raleza y en el Universo la adaptación y la conveniencia no son una excepción sino que son la regla gene ral, con escasas excepciones; en la Naturaleza brilla la adaptación con infi– nitos factores diversos y opuestos y veleidosos, pero aprisio– nados a direcciones felices; adaptación y conveniencia bajo múltiples aspectos , con una constancia en la que cada segun– do de tiempo es un nuevo prodigio , en el conjunto y, sobre todo, en cada uno de los seres orgánicos vivos. Luego en la Naturaleza y en el Universo preside la intención, la pre– meditación, la finalidad pretendida y ejecutada impecable- 7