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CAPITULO 3. 0 LA ORDENACION SOCIAL NO ES POR SI FUNCION POLI– TICA Y ESTA FUERA DE LA COMPETE NCIA DEL REGIMEN POL ITICO .- RELACIONES DEL REGIMEN POLITICO Y DEL REGIMEN SOCIAL COMO INTEGRANTES AMBOS DE LA VIDA CIVIL En los países dende hay ejército permanente, distingui – mos bien la jurisdi cción civil y la jurisdicción militar y exis– ten e l Códi go civ il y el Código militar; y aunq ue en teoría, el ejército pertenece en esencia a la vida civi l y es tá subor– dinado al Gobierno de la nación , en la práctica, goza de una cierta independencia de mucho relieve; con frecuencia . en la historia, el ejército se ha impuesto a los gobiernos y ha impuesto gobiernos y ha gobernado. Si esto es así, sin que la naturaleza de las cosas lo de– mande, ¿qué diremos del régimen socia l respec to del polí – tico, distintos por su misma na turaleza? El ate ísmo estulto ha traído la divinización de l Estado, dando a los poderes públicos una omnipo tencia y una juris– d icción que sc la1r.ente poseería el creador del hombre y de su personalidad; la tendencia es a reconoce r en el Estado una intervenc ión excesiva en la vida de los ciudadanos, contra la cual debernos reaccionar por ccnciencia de nuestra digni – dad, por respe to al hombre como hombre . Política es el arte de gobernar, pero de gobernar a autó– nomcs, resp etar .do y hacien do respe tar su autonomía. Los ciudadanc s, les privados p:,seen una competencia. unos der e-:hos a ser y a obrar, que van anejos a su perso- 11a lidad por ley naturai y divina, que la ley positivo -humana 79