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Y podem os de cir que la can tidad de dinero es fruto del trabajo, trabajo hecho y condensado en monedas. Después, y dispcniendo cada u;;o de lo suyo , o sea, del dinero, vienen relac:cm.mientos legítimos que aumentan el capita l; como donaciones, herencias, pactos sobre todo de co~m utac iones de ccmpra -venta, etc.; el capital aumentado obtiene respeta– b ilidad de su ori ginamie!lto que es el trabajo y de la libertad y del derec ho a disponer de lo nuestro . Es indis cutible la legitimidad y respetabilidad del ca– pital. si solamente se mira a la propiedad de una cantidad de dinero obtenida a base del trabajo y como consec uen cia del dere cho a lo que con el trabajo se obtuvo También es indiscutible el que ese dinero sirva para representar todo aquello que puede ser obje to de conmuta – ción, de lo que es verdaderamente conmu tab le. Así, pu ede repres entar los medios de producción ; con dinero se adq uie– re una máquina, se comµran malerias primas, se pagan sa la– rios, se levanta un a fábr ica. Pcrque el dinero o el capita l es trabajo hecho y condensado en monedas, posee un valor y un a eficacia que se ac túa mediante conm utaciones , y puede emplearse en adqui rir cosas que se consumen con el uso y cosas reproductivas. Lo discutible no es el capital sino el capi talista. El capitalista consume y no trabaja ; conquistado un ca– pital de cierto volumen, y colocado a interés o en exp lota– ciones que se hacen suyas. contemola cómo trabajan los dem ás y no solamente puede vivir bien, sino que aumen ta su capital; el traba jador. recibiendo su sa lario no prospera, y con tento de sí, en el mejor de los casos, recibe un salario suficiente y alguna ridícula particii;:ación en los beneficios de las empresas; es tá a merced de los amos y en la con tingencia de no halla r trabajo o amos que lo reciban . El ide al para mu chos es, que desaparez can los capitalis– tas con esos fueros y que , lo que va a ellos, vaya a los tra– bajadores . Y lo práctico es la esla tificación de los bienes prod11cti– vos y de los medios de producción . la intervención del E~ta– do, más o menos radical. que barra los fueros de lo~ capi talista s . Los bienes raíces y los recursos de producción no pueden estar en manos de particulares. ¡_Qu é dice, en esto . e l Solidari smo ? Los economistas que miran a la conveniencia y a la uti– lidad, dirán lo que quieran; en lo social se mira a la justicia

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