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La ordenación socia l cristiana y no pagana o paganizan te, ha de orgar.iz.ar la as :stencia a los pebres y a los hogares de modo que capitalistas y trabajadores respondan y concurran, en prcporc:é n progresiva (y no so !amente aritmética) a lo que ies wbra; por~ ue no es ;o mismo dar de lo p:)co que sobra, c;ue dar de lo mucho s(:brante. ¿Pero, es que todcs los que abundan en el mundo han de as i:::iir a ledos los necesitados del mundo? Ni sería posible eso, ni sería , tampoco, justo, por razones que expondremos más adela:1te . Dios puso una ley de diferenciación y caracterización de los pueblos y de las razas, sin que esas diferencias salten las barreras de la especie; puso tendencias naturales a consti– tuir familias y comunidades civiles naturales. La soEdaridad ha de ser intensa y de relacio nes indivi– duales en la familia; de carácter público en el Municipio, y p ;ira ciertcs efectos eri más am9lias organizaciones, y en la Nación y entre las Naciones . y el p rincipio solidarisia puede formularse así: «En el ámbi to y para ~es efectos que en cada círculo pue– de ejercerse la solidaridad, a nadie le debe ser permitido re– servarse o gastar en superficialidades lo que le sobra des– pués de cubiertas sus necesidades, mientras haya quienes in– cu!pablemente carecen de lo necesario para una subsis tencia humana y digna que le coloque fuera de la situación de ex– cepción y de paria ». =--- --- 59