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Dejando eso aparte, necesitamos establecer criterios p~– ra la adjud icación de la tierra , mirando el problem a en si; y nos servirán. tarnl:,ién o para mantener o para eliminar o para ccnd icionar la propie¿ad ya r,articular, ya colectiva, pri– vada o pública. No debe mantenerse ninguna propiedad, sea de la clase que sea, que impida el que la explotación de la tierra sea tan intenn que baste para atender a las necesidades de to– dos, o sea, que esté en cposición y pugna con los destinos de los bienes productivos. Supuesto el que no se dé esa incompatibilidad y mien– tras no se de, el Solidarismc respeta la posesión mientras no cons te ciertamente de su ilegitimidad . Si en un Municipio o en una región la propiedad de los bienes productivos es ccmún o si está repartida, es respata– da la situación existente . Salvo el respeto a la posesión, el criterio es la libertad y la autonomía de los privados; y a prior i y en igualdad de circunstancias, el Solidarismo se de– clara por la propiedad privada. Porque, en el uso, utilización y explotación de los bie– nes naturales, no hay razón para que nos constituyan bajo procuradores, maltratando a la autonomía, a la capacidad y a la lib ertad de los ciudadano!:'.; porque la propiedad priva – da exalta y robustece la personalidad de los individuos y de las familia s; porque está más en armenia con los instin– tos adecuadamente humanos y con la tradición de los pue– blos; porque trae fiebre de actividades; en pocas palabras, porque no es artificiosa sino natural y humana . Aunque, como criterio general. el Solidarismo defiende la propiedad particular y la privada, las condiciona y les im– pone disciplina, y no rechaza (con ciertas condiciones y res – tricciones) la prop:edad comunal o municipal. ni la propie– dad nacional (que como veremos, no es lo mismo que la est ] tal), si bien considera que es más eficaz que la di– recta adminis tración de los organismos públicos, la fiscali– zación ejercida por los mismos . Es más: la ordenación socia l, en el Solidarismo. tiene 1rn especial carácter de internacionalidad y aboga porque ciertas explotaciones de gran volumen y de necesidad par~ todos los pueblos, de bienes natura les, que ocasionan force– jeos e intervenciones insidicsas de naciones y de po tentes socie dad es, se internacionalicen o, por lo menos , sean inter– venidas por la Sociedad de las naciones, salvando los res - 54

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