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CAPITULO 4. 0 MOTIVOS QUE IMPONEN LA SOLIDARIDAD EN EL REGIMEN SOCIAL El uso de :os bienes externos na tu rales y el ejercic io de las facul tades y capacidades de cada h o 1 1 b re, tienen un esencial cond ' cion,uniento en las re lacion ~s del poseedor , de l traba jador y de l necesitado o incapac i' ado. Por ejem¡ \o: existen muchos que carc cen de recursos suficientes pa1 ·1 su subs istenc ' a y no pued .m proc urárselos: sin insultar a ; 3 na tura leza y a su Autor, 1:0 podemos decir que esa ins uf cien cia de hecho sea , taml: ·én, ins uficien cia de derecho; rr :i.s los recursos a que tienen derecho esos in– capa citado s, ne están en e l planeta Marte o en la Luna , sino en los bienes ··¡ue posee el qt 0 e tiene la for ·una de poseer y en el frute de l. traba jo del que tiene la dicha de poder tr<1- bajar. Por ningl r1a pirte se ve un derecho abso luto, si no es, en cada uno p1ra lo que tien e y le es necesario para vivir; todo está cone ::tado y afectado de depende :1cias, y todos ne– cesitan contar con lo que ellos no produje :·on y con la coo– pe ración de los extraños a su propiedad y a su trabajo. Y es tas conexiones y depend encias de hecho trascienden al de recho, por Jo cual, hay que hallar una fórmula de orde– nación social. que realice las exigencias de la justicia en las relaciones de los bienes, de la propied ad , del trabajo y de la necesidad, respetando la personalidad y la au tonomía del hombre , que también es derecho y es justicia. Razonemos: Ningún hombre ha creado la tierra ni :a ha dado su ac– tual o su ra dic:11fecun did ad , ni ha adaptad o sus produc tos a nuest ras neceddades; ningún hombre depositó en el seno d e la tierra elementos utilizables, ni la ca 1 ien ta con el sol, ni la rie ga con la lluvia. El mismo que hizo surg ir a nues tro yo con su robusta autonomía; el que encend ió la llama de nuestro pensamien- 29

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