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de los otros y a los lodos que son el todo, y el todo o los to– dos a cada uno: de suerte que, si un miemb ro enferma y su– fre , todos y el conjun to sufren y se interesan en remediar el mal de uno. El bien corm'.m es común porque es de e ;te, de ese, de aquel, sin qu e nndie quede excluido , o sea, de todos distri– butivamente y, ¡:or consecuencia, de todos colectivamente: pero teniendo ca,la uno de los miembros su popia persona– lidad, su prop ic'. función, su competencia y su autonomía. No se trata, po:- lo tanto, de un colectivisrr ,o o comunismo igua litario y, en el fondo, homogéneo, como entidad cuya personalidad es a espensas de la personalidod de los indi – viduos, los cua le.: quedan sin propia competencia, clausura– dos en las mallas de la colectividad como tal; ni se trata de una comunidad a cuya prosperidad y pujanza se sacrifica al individuo: en el !'>eno de la colectividad solidarista la perso– naiidad de cada uno no solamente no se am€.-igua sino que se robustece, se amplía y se afirma , en una común conspi– ración al bien de cada uno y, como consecuer: :ia, al bien de todos y de la totalidad . La prosperidad de uno, irradia a los otros y se comu – nica, en una so lidaridad que afécta a las perr :mas, a las ca– pacidades, a los bienes y a los valores de tc::ia clase, orde– nada según normas de justicia, sin que hay 1 alguien, por exíguo que él sea, que no se sienta ayudad:,, amparado y que no pueda congratularse de la prosperida-.i de los otros, y, que no tenga una eficaz intervención en 1,-. cosa pública, que responda a sus derechos , o sea, a su pz .·sonali dad. Uno para otro, uno para los todos y par ,. el todo, pero el todo para cada uno, en verdadera reciprocit ad, en una so– lidaridad que se ejerce, en mayor o menor in! .msidad y para efectos dive rsos , en el seno de las sociedades naturales y en 11lteriores y mú~ amplias organizaciones, ha ,ta lo interna– cional. En uno de los tejados de una casa en París, una multi– tud de golondrinus revoloteaban en derredor de una chime – nea, picoteando algunas, una trás otra, en un punto fijo: es que una golondr ina estaba aprisionada en un lazo. Roto el lazo y libertado el animalito, la muchedumb re tomó el ca– mino del Sur. Un caso de solidar idad. 28

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