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dentro de las condiciones que hacen democratizable a un Sindicato, al alzar su bandera el Solidarismo democrático no solamente no viene a entibiar y a descalificar a los Sin– dica tos sino que se interesa en que subsistan. en que se ro– bustezcan y amplíe n . La corriente sindicalis ta puede mezclar sus aguas con las de ia corriente solidarista, enriqueciéndose con sus ju– gos vitales y con su s principios químicos. En esta modesta obra «Nuevas rutas de ordena ción so– cial» se exp~ne y explica el Solidarismo democrático », idea– rio sistematizado y ecuménico. En el precedente Ap én dice segundo, se trata de la crea– ción en cada Municip io o en Municipios conectados, de la , Sol;daridad de familias » en el orden privado: en esta Ins– titución no se distinguen clases; no hay sino vecinos que pueden ser ricos y pobres, patronos y obreros . Los Sindicatos, manteniéndose en su propio ser, aten– tos a su ob jetivo no pueden menos de interesarse sin em– bargo, en los problemas que comienzan a resolverse en las org anizaciones solidaristas, tales como el abrigo y la consis – tencia de los hogares, la redención de la mu jer que es la madre, la esposa, la hermana y la hija del varón: la suficien – cia de salarios y sueldos etc .: y apar te de que estos asun tos no están todos fuera de l objetivo del Sindicato, los que in– curren en les casos de necesidad a que «Solidaridad de fa– milias » acude, son, principalmente, las familias que viven del trabajo; y en el Solidarismo, aun ejercido en ei orden privado, surge, como tenemos dicho en el Apéndice prece– dente , el verdadero pueblo, entidad na tural y no artificiosa. con apti tudes, capacidades y tendencias que radican en la misma naturaleza. Esas organ izaciones so lidaristas , aún en el orden priva– do , tienen una consistencia que es por sí, que es natural, y están saturadas de un espíritu de paternidad y de frater– nidad: si de hecho resultan alguna vez inconsistentes, es por accidente y contra el torrente de las tendencias naturales. Cada uno de los socios de un Sindicato es muy libre para ingresar o no ingresar en Solidaridad de familias; mas al Sindicato como tal, no puede menos de interesar lo que pertenece al objetivo de Solidar idad; y la conec tación de in– tereses debe cristalizar en conectación de los interesados, estableciéndose contactos y mutuo apoyo. 277