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sin la cual la vida no merece vivirse . El limitativo de la li– bertad es solamente la justicia . Podemos decir que la libertad es el máximo bien, no formalmente pero sí materialmente . La salud es libertad, porque el enfermo tiene limitativos que son una cárce l. La riqueza es libertad, porque da re– cursos para disponer de las cosas y para moverse. La Cien– cia es libertad, porque el ignorante tiene horizontes limitados, no puede gozar como gozar ía de las cosas, mientras que los conocimientos amplían nuestra personalidad pues el cognos – cente asimilando se hace las cosas que conoce. La vi1iud es libertad, porque flotando sobre las pasiones, dominándo– las, sac udie ndo su yugo, tenemos las alas sue ltas para volar por las alturas . c) El respeto a la libertad es respeto a la autonomía del individuo, y. consecuencia obligada del respe to a la auto nomía del individuo es respetar y no impedir las inicia – tivas de los individuos y de sus asociaciones o empresas de carácter privado . La vida civil no ha de ser absorbida y monopolizada por los poderes públicos, convirtiendo a los ciudadanos en menores de edad, invadiendo lo que es de su competencia, sustituyéndolos, suplantándolos y haciéndolos meros ejecutores; la vida civil es ejercida por todos humana– mente y, por lo tanto, autonómica aunque ordenadament e . Gobern&r a hombres es gobernar a autónomos y gobernar a autónomos no es barrer autonomías o ahogarlas cc.,n un lujo de limitacioneg más o menos arbitrarias, descalifi can do a •los individuos y esperándolo todo del poder público que no está encarnado en dioses sino en hombres falibles y de– fectibles. Un régimen político o social es tanto más perfecto y más deseable cuanto con mayor caudal de au tonomía, se obt iene mayor caudal de prosperidad que alcance a todos en el má– ximo grado, y mayor fruto de pacífica convivencia; y es tan– to más detestable cuanto con mayor sacrif icio de la autonomía de los ciudadanos se obtienen más pobres resultados. Es más : contra lo que sue le apreciarse, el Solidarismo mira, sí. a la prosperidad pública, pero no como supremo criterio; le in teresa más el que esa prosperidad alcance a todo s con la menor diferencia posib le; y quiere más un grado de pr osperidad suficiente pero con la máxima auto– nomía de l ciudadano, que una prosperidad mayor con me – nor autonomía. 23