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piedad se vuelven contra aquella propiedad, porque el pro– pietario no necesita tanta tierra y la necesitan los vecinos, y porque esa tierra está regada con el sudor de éstos, ya que el propietario no la traba ja por sí sino por otros. La aspira– ción morbosa a poseer lo que no se necesita, es el fracaso de la aspiración legítima y natural del hombre a poseer lo que necesita para su desenvolvimiento con la facultad de ejerc itar sus actividades aplicándolas humana y, por lo tanto, auto nómicamente, a los bienes na turales productivos. Si no hay tierra para todos hay que resignarse y aplicarse a otras activ idades qu e también son necesarias a la comunidad; pero es monstruoso que haya tierra para todos y que éstos se constituyan en jornaleros trabajando por el jornal fijo sin ali– cientes ni entusiasmo, porque la tierra está en manos de unos pocos, o que se hagan arrendatarios bajo el dominio del dueño. Eso es maltratar al pueblo y sacar las cosas de su cauce natural y de las intenciones del Creador; si ha de morir la autonomía de los vecinos, importa poco que la mate el comunismo, el estatismo o la propiedad privada : quien lo paga es el pueblo. Se replicará que el comun ismo es un régimen que abar– ca a toda una nación y que se establece apriorísticamente, sistemáticamente, por principios; y que la acumulación de territorios o predios en uno o en pocos, no es algo genera– lizado, sino circunstancial y que, aplicando a esas explota– ciones la doctrina y normas estab lecidas acerca de la part i– cipación de los trabajadores en los beneficios, se desvirtúan los inconvenie ntes denunciados . Respondo que no se trata de hechos sino de derechos; que no está la injustic ia en lo que se hace sino en que se pueda hacer lo que se hace, que es poder hacer lo que no se hace. Si un propietario puede aprisionar en sus mallas a un Munícip:o, puede aprisionar a mil; y desde el punto de vista jurídico y social, no es más lesivo de los derechos del pueblo el régimen comunista que la omnipotencia del dinero y la propiedad sin restricciones . En las explotaciones de que hemcs tratado, al ocuparnos del trabajo y de l capital, la base son los bienes naturales productivos, pero la explotación en sí es de empresas indus– triales o comerciales en las que el capital movible tiene una eficacia directa y en las que el empresario crea la empresa y la realiza bajo su riesgo y responsabilidad. Y puesto que los trabajadores nada pueden hacer sino 218