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metros y barrer dos aldeas? ¿Es que pued e poseer cinco mil kilómetros y no puede poseer seis mil quinientos? ¿Qué criterios objetivos y no arbitrarios debemos aplicar en estos casos? Dirás como subterfugio, que los Gobiernos y las leyes, mirando al bien común, enjuiciarán y limitarán la propiedad y sus consecuencias . Y replico : ¿pero es que el legislador no necesita criterios objetivos?, ¿la justicia se ha de fundar en la arbitrariedad aunque sea en la del legislador? ,Cuándo es contraria al bien común y por qué lo es, la propiedad privada de in– mensos predios? Sempronio no puede barrer cien aldeas : ¿pero puede barrer cinco o una? La esclavitud y el posible barrido de cien Municipios es contrario al bien común : ¿al bien de qué comunidad? Al de esos cien Municipios. La esclavitud económica con sus de– rivaciones y el pos ible barrido de cinco aldeas, ¿no es contra el bien común de las cinco?, ¿o es que esas cinco aldeas son hijastras y las cenicientas del poder público? Y la es– clavitud y el barrido de un Municipio, ¿no es contra el bien común de las cincuenta familias vecinas? ¿La respetabilidad de derechos depende de la cantidad de los sujetos de derecho? ¿Y por qué puede ser contraria al bien común la pro– piedad de uno o de pocos? Puede ocurrir que ese o esos pocos exploten intensa– mente la tierra. Contra el bien común será que dispongan a su arbitrio de los productos de los que el pueblo necesita . Ya tenemos un condicionamiento de la propiedad, y no me detengo a sacar consecuencia. ¿Mas , a eso sólo se redu– cen las exigencias del bien común? Si así fues e, ¿qué motivos racionales hay para repudiar al Comunismo? ¿No es preferible que el Estado posea todos los medios de producción y que todos los ciudadanos tra– bujen bajo su dirección y que los frutos se distribuyan según la necesidad ? De lo cual se infiere que la propiedad en manos de uno o de pocos, de terrenos de que no necesitan y que no pueden cultivar sino buscando jornaleros o arrendatarios, habiendo quienes carezcan de tierra para desenvolverse con autono– mía , es ya un cierto comunismo, y que los que menos de re– cho tienen a declararse contra el comunismo son los gran- 216