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nes permanentes de Trabajo y Pro-paro , con el Banco soci al de la Confederación y sus Sucursal~ s y con la diligencia de las empresas en remitir kz date:: ~3rtir.e:1!es . No es este el lugar de ¡::reponer el procedimian.to a quienes son capaci– t~dc s para elegirlo, y ensayarlo. I) DE LA INTERVENCION DE LOS TRABAJADORES EN LA ADMINISTRACION Y EN LA MARCHA DE LAS EMPRESAS Y EXPLOTACIONES EN QUE TRABAJAN (Se trata principalmente de las empresas que tienen nu– merosos empleados y trabajadores . En empresas de red u– cidísimo número d e servidores, la intervención ser ía des– fforalizadora, y depresiva para el dueño). La intervención directa es embarazosísima, innecesaria y sin ga ra ntías. No pueden in tervenir todos los trabajadores d e la em– presa sino por Delegados y cons tituyendo un cuerpo con unidad o presidencia; lo cual trae un dualismo peligroso , por el relieve y la imposic ión de mangoneado re s e inquie tos y vanidoso s. No es gara ntía po r la venalidad de los delegados . Es innecesar ia, porq ue las empresas están bajo la fis– calización de autoridad es sociales democrJticas que, si no representan a los trabajadores como trabajadores, los repre – sentan como vecinos . Y caben, además, den uncias de los trab :1jadore s que no serán arbitrarias , porque , en el régi– men , la denuncia temeraria tiene sanción. Pero , por lo menos una vez al año (y será mejor que sea con más frecuencia ) los dirigen tes de la empre sa ten– drán una reunión con sus trabajadores; si éstos son muchos, se llama , con criterios objetivos, o sea, a los más antiguos en la empresa toda, o en cada sector de activida d es . En ef:a reunión se expone la mar cha de la emp resa con más o menos detalles; se dá lugar a que los trab ajadores expongan sus quejas a que den su parecer acerca de re for– mas que ellos consideran convenientes, lo mismo en la or– ganización que en la técnica; se escuchan sus iniciativas y se discute todo serenamente y con mutuo s respetos, toman- 201