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deduce las 7.000 pesetas que ha de pagar por intereses del capital recibido, lo que sustrae al trabajo es más de lo que demanda la eficacia del capital en la producción, aunque no responda a la eficacia del capital para el empresario; no se va a estar a merced de los compromisos que el empresario qu iera adquirir libérrimamente; si és te sabe que del interés a que se comprome te, no le toca desembolsar sino la mitad , porque la otra mitad se sustrae al trabajo, puesto que los beneficios a distribuir son menores en esa cantidad que im– p.?rtan los intereses, esto se pres ta a abusos y con graves inconvenien tes. Nada importa que la ley evite ese abuso; eso es extrínseco y accidental; aquí se trata de lo que es por sí. Aqu í no entramos en otras hipótesis; los economistas nos dirían cesas interesantes: no se pre tende sino dar a conocer la manera de enfocar que el Solidarismo iiene en estos pro– blemas . Venimos tratando de la aplicación del principio general de la distribución de u tilidades. Mas ¿es procedente atenuar la aplicación y admitir ex– cepciones? Hay explotaciones y establecimientos que llevan una vida anémica y que apenas pueden sostenerse; no se les puede sustraer ni lo poco que les correspondería dar como participación de beneficios al trabajo; sería añadir aflicción al afligido: lo único que se les habrá de exigir es que den a los servidores adscritos a la empresa, lo que debería extraer – se de lo que, según la norma general, habrían de dar al trabajo. Pero en estos casos esa parte de beneficios que corres – ponden al trabajo y de cuyo pago se les exime, debe apli– carse al robustecimiento de la empresa al menos en lo que no se necesite para la subsistencia de su dueño. Como en esa debilidad de las empresas y establecimien– tos hay grados, sería conveniente que las autoridades socia– les establecieren una escala de prosperidad, según el resul – tado del último ejercicio anual, y seña lasen el tanto por cien– to de participación de beneficios al trabajo, (que conforme el principio general les correspondería dar ) según el lugar que ocupen en la escala de prosperidad. Supongamos que una empresa o es tablecimiento posee vitalidad, pero mani pula con capital que no es del dueño de la empresa. 197

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