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Un inventor idea una máquina y una instalación fabril; si vende su invento recibe un dinero que es trabajo realizado . Con ese dinero puede él constnúr otra fábrica con maqui– naria y medios de producción de objetos útiles o transforma– ción de substancias; y ese capital es trabajo . Un háb!l cirujano, con operaciones quirúrgicas de enor– me re sp:::.ns3bilidad, hace una fortuna; con ella puede adqw– rir tierras o derechos a cosas; tendremos un capital origina– do de l trabajo . Y el comercio , que es lo más aleatorio y donde menos se ve el trabaj o, es conmutaciones que , a la postre , nos ofre– cen capital en que se manipula, trabajo y frutos de l trabajo, conmutaciones de trabajo. Y en uso de la libe rtad y por relaciones jurídicas de herencia (recibidas y acum uladas) de pactos, etc., surgen los capitales Sin Ferder su esencial atributo de ser trabajo hecho. Prescindimos de lo que accidentalmente puede ocurrir en casos de ilegitimidad total o parcial de un capital. como cesa inevitable muchas veces , por una legislación deficiente que hemos de aceptar como hecho consumado. procurando no se repita. Ei c3pital es, por lo tanto. trabajo hecho y condensado y lo que llamamos trabajo es el trabajo en su hacerse, en la actual aF'.icación de la actividad a las cosas fecundables y utilizab les. De donde se infieren las siguien tes consecuencias: 1. 0 - Entre el capital y el trabajo no exis te ese antago– nismo que suponen. 2. 0 - Maltratar sistemáticamen te y a priori, al capital co– mo tal, es ma ltratar al tr2bajo como tal. 3. 0 - Es injus to y atentatorio a la personalidad y au tono– mía del individuo y del mismo trabajador como persona, impedir que el dinero acumulado se apliq ue a la reproduc– ción; esto implica impedir la trans misión de derechos y el disFoner cada uno de lo suyo; porq ue entre las cosas con– mutables y que pueden ser propiedad (en el sen tido expli– cado en la Primera parte) están los bienes produc tivos y los medios de producción. 4. 0 - Es necio eliminar los capitales privados, sus tituyen – do a los capitalistas y a sus administradores, por un grande y único cap italista que es el Estado -¡ por la turba -multa de sus oficiales y burócratas que pueden ser venales y accesi– bles al favoritismo, a la arbitrariedad y a la dominación. Y 18 1