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lismo exagerado, desconociendo la íntima y profunda rela– ción de la sensibil idad y del entendimiento. Fijémonos en la unidad del sujeto: el mismo que piensa y entiende es el que siente; el objeto del entendi mienio es lo inte !igible que está en lo sensible, de donde lo extrae por precisiones y abstracciones; la imaginación y sus repre – ssntaciones sensibles sen inst rument o de la mente, elevado a una acción y ccoperac :én supericr a !a que la sensibilidad tendría por sí scla, como el 1::uril e!l n:ar,cs del escultor y el violín en rr.anos del violin ista ; imaginamos pensando y entend iendo . y e.ntendemo3 y pensamos imaginando , y aun– que este concurse de 'a ssnsibilidad es de condición y ex– trínse co, a la s rr.ás elevad:is actividades del p3iquismo supe – rior acompai'i an procesos cerebrales. La percepción sensitiva en los animales brutos es total– mente destituída de asp;!ctos inteligibles, más no en el hom– bre; lo inteHgil:,le se mezcla en la m!sma percepción sensitiva, y, al perc ;b:r, b per ce pción va como i;uminada por ele– mE:ntos inteligib les que espo ;itáríea e incoerciblemente sur– gen en n'.Jsotro3; examínese ¡:or eje ::-"p~o. cada uno : ;niro la cuartilla d:::: p 1p::l· en que es~ribc; l:i m' ro como sujeto o sustancia blanca que puede ser más o menos blanca o de o tro colcr; aquí ya hay aspectos in teligi bles sujeto y acci – dent e, acc:dcn te variable y de p::isible diversidad, concepto de d iversidad. etc., etc. Y si esto es en las percer,c :ones sensic·es directas, es muchc más en las representaciones imaginativ:is; imaginamos pens3ndo y entendiendo . Mas tamb :é:i €n tendemos y pensamcs im.aginando. Las percep~icnes sensib les son las que despiertan las actividades men!ales, pero una vez iniciadas ést as , e l enten – dimiento se s:rve de !a imaginación y de sus imágenes co– mo de ins trumento que es elevado a cccperaciones y con– curs o para !':ls que por sí rnlas serían absclutamente inhábiles, según hemos dicho. Nos valemos de pa labr as, y unos discurren en la tín y otro: en otro idioma; mas sin confundir la materia 'idad de las palabras con las ideas que expresan. A la ideación, a los juicios, a l raciocinio, a las intuiciones menta 1 e, acompañan imágenes sensibles con mayor o menor correspondencia y paralelismo, mas a sabiendas de que las reprec-entaciones sensib les son un mero condicio namiento y no hacen e l pape \ de ideas; la mente proc2de cc n propia auto11omía. Frecuentemente esas representaciones son un 14

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