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en capítulos siguientes, hay que reconocer la eficacia del capital en la Foducción y la eficacia de l .tr~baj?,; eficacia de uno y otro que debe reflejarse en la parhc1pac1on de frutos, utilidades y beneficios de las explotaciones. Sin entrar aquí en explicaciones y razonamientos que no son tema de este capítulo, la mínima y más esencial aplica– ción de esas utilidades es a la subsis tencia de los trabaja– dores, a los sue ldos y jornales. Atendido este deber, la mínima y más urgente aplicación es al pago de interés del capital, del interés corriente social, si el capitalista no con– viene libremente en renunciar a él. Ahora bien; ¿qué criterio debe aplicarse en la determi – nación del interés social? Para ello no debe atenderse al hecho, a lo que ocurre, al promedio de lo que, de facto, reciben como interés los capitales, y a la conducta, en eso, de los establecimientos bancarios. El hecho no es por sí derecho, y con frecuencia el fuerte devora al débil. Así hemos visto que donde ha habido mucha oferta de brazos y sobreabundancia de obreros que solicita– ban colocación, los jornales han sido bajos; y lo mismo ocw ·re con el in terés en la abundancia del dinero . Y eso no es justicia. A no pocos que ven injusto el que bajen los jornales por tal motivo, parecerá racional y aceptable que ocurra eso con los . capitales y las imposiciones, cuando abunda el dinero . En efecto; si viene una enorme cosecha de trigo o d~ uva, baja el precio del pan y del vino; y si hay, lo que pode– mos llamar, mucha cosecha de dinero, el capital devengará un interés menor; las cosas son más caras, cuestan más dinero, cuanto menor sea la producción y mayor capital exista; el dinero se hace menos estimable y el interés ha de ser menor; la oferta de dinero y la dificultad de colocarlo, determinan la baja del interés . Pero además, se puede aducir una razón más intrínseca, para la baja del interés por la abundancia del dinero. El interés responde a la eficacia del capital en la pro– ducción. Si la existe ncia del dinero duplica en cantidad, hace falta doble capital para producir Jo mismo, pues es doble el jornal y doble el coste de los elementos de producción. Si, pues, la misma cantidad de dinero ha perdido la mitad de su eficacia ha de tener la mitad del interés . 156

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