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Mas adviértase que no se trata de extraer de su condición al trabajador; es el mismo trabajador el que, con su esfuerzo, conquista su autonomía en el trabajo; la comunidad lo que hace es suplir su falta de capital. Pues bien; si uno o varios trabajadores reunidos, de acri– solada honradez, de historia limpia, de reconocida capacidad, idean y planean una empresa agrícola, pecuaria, indust rial, comercia l o cultural, el proyecto informado por el Consejo municipal pasa a estudio de los organismos superiores, y si obtiene aprobación, se constituirá legalmente la empresa o sociedad, proveyéndosela de capital necesario, al interés co– rriente (social) del que nos ocuparemos luego, cuyo pago podrá suspenderse hasta que no haya rendimientos en la explotación o empresa, acumulándose después, soportable– mente, al interés anual. Más adelante , ya trataremos de dónde han de extraerse esos recursos económicos . Ahora bien; no se ha de abrir la puerta a injustificadas aspiraciones, a arbi traria s pretensiones de establecer un nego– cio o empresa por cuenta propia, multiplicándose proyectos, creándose dificultades de ayuda, y qravá ndose en exceso las cooperaciones que el Municipio reclama en su intervención redentora; ello, además, sería en daño de los verdaderamente capacitados y aptos; constituiría un desorden y un desequi– librio social funesto, la irrupción de los que, sugestionados par su ambición v su vanidad, pretendiesen mejorar de con– dición de trabajadores, para venir a fracasar y a complicar la vida económica de un pueblo. El proyecto ha de ser algo muy bien pensado y ponde– rado, de verdadera viabilidad y firmeza, eminentemente prác– tico y justificado. de suerte que lleve garantías de una vita– lidad y de un éxito que permita el que, a su tiempo , el empresario pueda responder de las obligaciones que contrae. Nótese respecto de las empresas que se crean así, han de ser tales que no le sionen qravemente ni comprometan . intereses legítimos creados. El Municipio se debe a todos los vecinos y no puede provocar luchas, favorecer a unos para derrotar a otros oue vienen cumpliendo su deber como veci– nos; en esto se ha de proceder con buen sentido, sin mira– mientos excesivos y si~ excesiva despreocupación. La empresa se establecerá v desarrollará bajo la vigilan· cia y fiscalización de las autoridades sociales, oor delegado habitual o por interventores que envíe, los cuales, si la em– presa va mal, propondrán los remedios eficaces, o la liqui- 146

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