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APENDICE A LOS TRES CAPITULOS PRECEDENTES EL PATRIMONIO DE LOS DEBILES El procedim iento natvral de acudir a la necesi dad de las familias es la contribución directa de las fclmilias que cuentan con más recursos de los que necesi tan. Mas €Sta contribución puede ser aliviada si las autori – dades sociales ccnsideran conveniente constituir lo que lla– mamos Pat rimon io de los déb iles; si este Patrimo nio se des – tina al mantenimiento de los que. viviendo de l traba jo. se hall an en p,uo forzoso inculpab lemente, a11adiendo con ello sobre los recursos a que, como veremos, se apela para cu– brir esas necesidades. también se le da una aplicación práctica . L1amamos Patrimo nio de los débiles a un ca udal de bie nes productivos que pued en municipa lizarse o inter -mun i– cipaliz ars 9 y i::uyos prcductos (benekios, renta s y utilidades) se destinan a los pebres : no hay por qué no puedan sustraer– se a la voracidad (]lamérnos la así) de los fuertes una par te de los bienes productivos adminis trándolos los Mun icipios y destinándolos a los d ébi.les. Tales bienes pueden ser fincas sobre todo urb anas. ca– pita les. exp lotaciones industria les y comerc iales de segurida d y poca comp lejidad, sobre todo de servicio público; con tal de que no se de en el escollo de dar otro destino a esas uti– lidades . En donacio nes y testamentarías se invierten enormes sumas que se diluyen en limos nas para un alivio efímero de los pobres sin otra finalidad más práctica en favor de 9J1os: o se destinan a establecimie n tos de beneficencia que no harán tanta falta ni exigirán tanto gasto si impe ra la jus – ticia social. 127