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CAPITULO 9. 0 DE LA INTERNACIONALIDADDEL REGIMEN SOCIAL SOLIDARISTA EN SU ORGANIZACION En el solidarismo, la ordenación social y su organización no se clausuran en cada nación. Y la ordenación social no se clausu ra en cada nación. porque no se clausuran en cada nación los bienes ordena– bles; algunos de estos bienes tienen un destino más allá del pueblo en que radican, han de servir fue ra de la nación: y esto es por exigencia de la natu ralez a a la que no podemos corregir la plana, por ley natural, por la intención del Creador. Es la naturaleza la que nos pone en la necesidad de la in ternac ionalidad en la ordenación social; son los progresos del hombre en :os med ios de comunicación, los que nos dan facilidad para e3a internacionalización: es la experiencia amarga de las consecuencias funestas del individualismo egoístico en las relaciones internacionales, las que nos p er– suaden de que se debe establecer la solidaridad entre las naciones. Los pactos y las alianzas entre estas y aquellas naciones. recurso que sustituye a la solidaridad organizada a que el solidarismo asp'ra, han fracasado rotundamen te, luctuosa– mente; ne salimos de guerras y guerras, cada vez más fe– roces: son la sanción de Dios al utilitarismo amoral que pre– side a las relaciones y relac ionamientos de los pueblos. Ahí los tenemos a los pueb los, soportando el ingente peso de los armamentos, en los que se consumen cantidades fabul os as , sustraídas al ser vicio del hombre, a sus necesida– .des v su bienestar: soportando el redutamien to de mozos, h ijos· de madre, susi1aídos a la familia y al trabajo fecundo : ahí están las ruinas de ciudades, las devasta cione s, los cam - 105

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