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·- al que por ningun estilo trato de .1graviarlo, no ig– norando que su ta lento y politicu lo tenJr;)n muy penetrado de esta verdnd ) pitt!rn que si, y quan to tntiendan en la m,neiia dirán lo mismo, h:1:~o e1 a mas regular que nos goberna~e el dicho A) U! JU!– miento provisionalmente, hasta que llegá ra la l'fO – ca , para tl 11ombrumiento de la Diputaci on Je Provincia. Ve:o que desentcndiendose de las t:1ch:1s, que no ignorn vmLl. tienen algunos t:11 los c.¡t1c ha r12- caiJo ese nembrur.ieuto • la rnlit~a sue dá , md es que .su d11rncio11 J,a tf; so· art is:111,1, y r¡_ue estos pcr¡u¿::"fosHft1ros, 110 sc,n d.: ,,,,odo t1lt,:1110~ comprw(!h.'c·s co11 la difcrcndn que l't1y e, t rt! ltt conductn clara y mr.nifiesta de estos, J' la m11- bigua y dudosa el: nquc!los; muy bien : pues u11a Vt'Z que su durnrion ha cit.:str cortisi m,1, ¿ qué al caso el extraordinario á la Corte con la liscn– gera esperanza de Ju aprcoacion? Si la~ tarhrrs son u nos PL'quciíos 1·cpnros ; ¿, cómo la ~:ibi:1 Con s. titucion los exime dtl drecho de ciudadnno, de tener voto en las elcrcionc:s de trdo empleo por simple que sea & , mirntras J,:s Cortes no tengan á bien el re:."bilitarlos ~ Pc.r lo tanto ¿ falt:nian en Pamplona sujetos de talrnt0, henar, y tall adi c– tos .i la Coostilucion, y en una féllabra Esrm:o!rs e" todos tiempos qt!e hubieran sido un r,oco ma¡ ...

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