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- 4- demostrar lo contrario en la siguient e ré– plica. El A1·alar, órgano de la casa, ha salido á la defensa de la gestión administrativa de la actual Diputación intentando rebatir alguno de los cargos que desde estos apar – tados y solitarios Yalles (en tiempo de paz al menos ) me permití dirigir en un librito de pocas pág inas, it la ma yor parte de las Corporaciones provinciales que se han su– cedido durante un largo periodo de tiempo . l\fo dirigí al país en esa forma pers,1Rdi– do que el decano de la prensa de esa capi– tal, dado su carácter contemporizador y enemigo por sistema de pr ocurar disgus – tos, no daría con gusto cabida en sus co– lumnas á los conceptos del citado librito, y no me equivoqué . No juzgué conveniente di ri girme á, nin– guno de los otros periódicos porque no se at r ibuyera color político á lo que no tiene ot r o carácter que puramente adm inistra– tivo . Repito lo que antes manifesté, q ue ahora ni nunca he tenido el propósito de lastimar á nl\die, sino el de llenar un vac ío que se nota en la prensa de esa capital, que ape - '