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2.v6 El Peregrino Atlante: to(o, como feliz. O rigtn6Ce de efto vna bien funda: da compete ncia; y fue~que el Piloto que avia trat– do ddde Malaca h<líl:a lli el fa·cro depoGco,prote[. to, que no era razon le vfurpaífen, eílando ya tan cerca, aquella preciofa joya, que el avia conduzido de tan lexos. Reclam ava que r10 era juíl:icia , queal na,io, que le avía c1bido la fuerce de condu'lit al Sancopor el mar> le negaífeo la gl oria de perficio· nar el viage , ent regandole á !acierra; y que como podia el qt1e foe conduzido f acorro en íus peligros, dexar de fer feíl:ivaale.~ria en fus feguridades. No fueadmitida eíl:a juíl:a peticion, porque prevalecio en todos el gran defeo de ver prefto al S:into; affi (e embarco en el nnevo bolance, prevenido, el Padre Melchor Nuñez, Retor que era enconces del Cole· gio de Goa, llevando en fo campJñia á los Padres mas anrignos de aqne lla Cafa. Llebaron preforofos con alas de fu fervor al otro navio; vieron al Sanro, adoraron le con lagrimas, y admiraciones. al ver que en lo incorruptibl e refpirava aquella celeHial (c.;m– bra, efplcndores de vida' fragancias de eternidad. Sin moverle del arca fe Cacarondel apofe nro a 1.i pla~a del navío, que en fell tvos adornos c:eltb rav.1 aquel ponre r dia de fu ventur., ; porque el Pi! ,>to le coronó por todas parces de vand er.1s , y gal larde.res; bien que entonces, no cande(vanecido el vagcl.por los que pendian mobiles rafgos del aire , como por el que yazia conflance impreffion del Cielo. r.11.