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SanFrancifeo Xal7ifr. 2 1 5 bfe,va ri.o, ·qqe muereen los bra~os de aquellas pa– c·ilicas ondas. Es Bungo Ciudad Real, y populofa; yaze en vna de aqttellas eresIslas del Iapon, Il~ma– da Ximo. Era fo Rey entonces mo~o; pero corona– van de juyzio (u Auguíl:c1 freoce, ÍObre los verdore s de la edad, las canas de la difcrecion. Favorecil fin . gularmence a los Porcuguefes, que con luzido nu– mero frequentavan el comercio de fo Ciudad. To– dos los de eíl:aNacion, qne en ella fe hallaron en– tonces , falieron a recibirá Fcaoci(co. Voz fue del alborozo, y al~u del regozijo, Li Calva que hizo vna nave al Piloto de la Calvacion. Q.:_atro vezes, ruido– famente, en veinte y do s refo rzJdos tiros le ap!Ju – dieron al Apoíl:olicoHeroe > por les labios del bron – ze , las lenguas del fuego. Supo el Rey (u llegada, y cmbiol.e luego feñas de fu aprecio , por vn pariente Cuyo que le dio labien venida , rogandole fuelle lue– go a verle, y á premiar con fo prefencia.las efperan• zas de fo defeo. Refono el recado deLRey en los Oí– dos del l?ueblo,y con eíl:ofe levanto ruidofa 1~fama del Peregrino Heroe, fobrelas alas de la nov.edad, y la efümacion. Iuntofe tanta muchedumbre, Ja ho– ra de fo entrada , para irá Palacio; ·que en las calles. entre las ondas de innumerable gence, era el golfo efirecho, y el cranGro peligrofa oavegacion . Halla– v.1nfelas ventanas abiertas á la curiofi:daddel ver, y cerradas.á la.multitud del mhar: haíl:a(obre las azo– teas de las cafas)nundava efpeú lluvia el concurfo . Ccz. lu;_