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11 2 El Peregrino Atlante~ foelode perenecrifbl esla gracia, barro l.1 baxeza, 'I arcaduz el Humilde;el quebaxarevazio de vanidad, tubirállenode glocia. , . . , J CA P XXI. BVELVE A YAMANGVCHI. FpVORECELE SP Rey quele ofrecemuchoteforo, r nole admitefu pobrt-. za. Sucedealli lm raro exemplarde paciericia,que c-on~ l'ierte a muchos. Di/putaconlos73ouz..os, con~ence fus argumento1, y porparticulardondel Cielo con l'n~re[puefta, refponde a muchas preguntas. B V elro Francif co a Yamanguchi trato fegt1ncla vez de hablar al Rey,y darle lascarras; y los pre– fentes que avia dexado en Firando dc:l°Virrey de la lndia, y del Obifpo de Goa, defiinados en fu inten– cion para el Rey de ~eaco,. que de2.ianfer el mayot de todas aquellas. Islas; pero- avi-endo vifio el Saruoi que no-era tao g_rande como la vo,z d_e fu.fama, la grandeza de fu podeJ ; y q:Ue· l de Yamanguchi ,Pº"' derofo le competia, no folo con igualdades fino con e:xceífos; trato ganar la vólunradde elle, p.atar.redu– zir el encendimiento de ·muchos.-,Avia experim,enta7 do, bien a cofta de fus farigas' que los Iaponest affi como las otras gentes dd Mundo , eíliman a los hombres por la magelhd de la ;exterior a.paciencia, · · fin